A partir del 12 de junio, los cines ucranianos podrán ver una encarnizada lucha por la supervivencia en la película de suspense y terror «Animales peligrosos», protagonizada por Hassie Harrison y Jai Courtney. La trama destaca por el hecho de que el protagonista tendrá que escapar no sólo de los depredadores colmilludos con los que Spielberg asustó tan ingeniosamente a su público hace medio siglo, sino también de un maníaco loco que no trama nada bueno. ¿Cuál fue el resultado de esta combinación mortal?
Género survival horror, thriller maníaco
Director Sean Byrne
Protagonistas Hassie Harrison, Jai Courtney, Josh Huston, Ella Newton, Liam Greinke, Rob Carlton
Estreno cines
Año de emisión 2025
Página web IMDb
En la Costa Dorada de Australia, Tucker es el propietario de un barco que organiza inmersiones con tiburones llenas de adrenalina para muchos turistas. Sin embargo, en realidad es un psicópata despiadado que deja que jóvenes despreocupados, en su mayoría chicas, se alimenten de depredadores. Hace tiempo, el propio Tucker estuvo a punto de ser víctima de un tiburón, que le dejó enormes cicatrices. Ahora considera su rutina mortal una verdadera vocación, y graba con reverencia las sangrientas masacres en un VHS anticuado.
Un día, una joven surfista con el dulce nombre de Zephyr llama la atención del villano. Tucker, por supuesto, no puede resistirse al placer de hacerse con la chica para llevar a cabo su cruel ritual una vez más. Pero la rebelde rubia resulta ser un hueso duro de roer, ya que intenta hacer todo lo posible para evitar convertirse en la cena de las colmilludas criaturas oceánicas.
«Animales peligrosos» se estrenó en el programa «Quincena de Realizadores» del Festival de Cannes en mayo, y su cartel oficial lleva la orgullosa inscripción «de los productores de la película de terror «Longlegs»». Lo primero puede añadir algo de peso a una película de serie B sin más, mientras que lo segundo es puro marketing y pretende llamar la atención adicional sobre un proyecto más bien modesto, dada la mención de una película de terror a bombo y platillo con un Nicolas Cage irreconocible.
Curiosamente, fue Cage quien tuvo el honor de inaugurar la actual temporada de playa en el cine en «E; Surfista», donde también hubo mucha locura, masculinidad tóxica y pintorescas vistas de la costa australiana. En el verano, que suele asociarse a las vacaciones, la industria cinematográfica vuelve a estar dispuesta a ofrecer no sólo una serie de superproducciones obscenamente caras, sino también otro una historia sobre el peligro submarino — con aires de playa veraniega y los obligados miembros arrancados a mordiscos que diluyen de rojo la bella agua esmeralda. El año pasado no fue muy playero, sino más bien un sinsentido sangriento «Under Paris», el año anterior — más taquillero y no menos ridículo «Meg 2: The Trench» con el firme Statham.
Sin embargo, «Animales peligrosos» — es otro tipo de bestia; es fácil adivinar de dónde vienen sus zarpas (o más bien sus aletas). La típica sharksploitation se une a un thriller sobre un maníaco trastornado. «Jaws» (1975) — con condicional «Saw». Una surfista rubia como la que apareció en «The Shallows» interpretada por Blake Lively — de nuevo con el condicional Freddie Kruegercuyo principal arsenal son mandíbulas de tiburón en lugar de cuchillas afiladas.
Es decir, la habitual mujer rubia, enraizada en la tradición del thriller hitchcockiano, se enfrenta a un asesino despiadado, y ambos existen en un escenario saturado de suspense spielbergiano (que, por cierto, también se basó mucho en Hitchcock). Pero, a veces, la película se estira no tanto hacia el género del thriller, con su aire altamente electrizante, sino hacia un slasher banal, donde un psicópata persigue a su chica final más deseada.
El guionista debutante Nick Lepard y el director australiano Sean Byrne, que no ha hecho una película en 10 años, no intentan reinventar la rueda, sino que mezclan diferentes géneros y elementos con vigor (incluso hay espacio para una línea romántica). Parece funcionar bastante bien, pero no sin fallos significativos que pueden estropear la experiencia global de visionado.
El problema es que, al igual que la acción incesante en la aún relevante «Bailarina», el juego del gato y el ratón entre el protagonista y el asesino en serie en algún momento empieza a aburrir. La maniobra con una huida infructuosa, que ya es un cliché oxidado del género, sólo puede funcionar una vez, y luego no es más que un sinsentido. Igual que los momentos en los que Zephyr no tiene ganas de chocolate y, en teoría, debería estar en apuros, pero por alguna razón esto no sucede.
Pero por lo demás, la película tiene suficientes escenas escalofriantes y episodios tensos para mantener satisfechos a los aficionados al género espeluznante.
Jai Courtney, cuya popularidad alcanzó su punto álgido en la década de 2010, cuando protagonizaba constantemente superproducciones de gran repercusión, parece sorprendentemente orgánico en el encuadre: recordamos «A Good Day to Die Hard» (2013), dos partes de «Divergente» (2014, 2015), «Terminator: Genisys» (2015) y «Suicide Squad» (2016). Cabe destacar que resultó ser mucho mejor maníaco que el hijo de John McClane o incluso Kyle Reese — papeles que fueron un completo error de casting. Ahora sí que podemos decir que el actor está en su sitio. Hassie Harrison no va más allá de la típica imagen de sufridora que puede valerse por sí misma, pero en principio no se le exige más.
«No es esta la mejor serie del mundo?» — esta es la frase que dice el personaje de Courtney en una de las escenas, y si la tomamos en un metacontexto respecto a las características de la película, la respuesta es «definitivamente no». Hemos visto cosas mejores. Pero como entretenimiento puntual para aficionados al género, por qué no? Puedes verla, aun con la advertencia de que sin duda será una tarea difícil levantar el pulgar.