Estudiante de 24 años de Adana (Turquía), compartido con una historia impactante en el foro de Samsung.
Un joven, propietario de un Samsung S24 Ultra, decidió comprar unos auriculares inalámbricos de la misma marca — Galaxy Buds FE.
«Ni siquiera tenía tiempo de cargarlos. Venían con una carga de casi el 36%,» cuenta el estudiante. La tragedia ocurrió cuando su novia usó los auriculares por primera vez.
«Simplemente le explotaron en el oído, causándole una pérdida de audición permanente,» explica.
La pareja buscó inmediatamente atención médica y recibió un informe médico oficial que confirmaba la lesión. Sin embargo, cuando intentaron resolver el asunto con Samsung, la situación se complicó.
Siguiendo el consejo de un representante de la empresa, el estudiante llevó los auriculares dañados a un centro de servicio de Samsung en Cemalpasa, Adana.
«Cuando vieron los auriculares, se escandalizaron y pidieron disculpas. Pero ahí se acabó todo,», — recuerda.
Dos días después, el centro de servicio informó de que los auriculares no habían explotado, sino que sólo estaban deformados. Samsung ofreció sustituir el producto por uno nuevo o aconsejó acudir a los tribunales si no quedaban satisfechos con esta oferta.
«Llevo meses luchando contra esta situación. Lo tengo todo: un recibo, la fecha de la explosión, fotos antes y después del incidente, un informe médico sobre la pérdida de audición debida a la explosión de los auriculares», — explica el frustrado usuario.
Fuente: Gizmochina