No es un buen momento para ser Consejero Delegado, a juzgar por la reciente oleada de despidos en Estados Unidos. Noel Quinn, de HSBC, anunció inesperadamente el martes que dejará el cargo de Consejero Delegado cuando el consejo elija a su sucesor. Bob Bakish, de Paramount Global, dimitió el lunes, y Kenny Wilson, de Dr Martens, anunció recientemente que éste será su último año en la empresa de calzado.
Sus salidas forman parte de una tendencia más amplia. El pasado trimestre se registró un número récord de cambios de consejeros delegados en las empresas estadounidenses: 622. Esto supone un 48% más que en el año anterior. Esto supone un 48% más que en el mismo periodo del año pasado y un 27% más que en el trimestre anterior. Así lo indica Challenger, Gray & Christmas, una empresa de selección de personal que lleva haciendo un seguimiento de estos cambios desde 2002.
«Los líderes de nivel C han pasado por años increíblemente difíciles, y están dejando sus cargos en busca de nuevas oportunidades o para empezar una nueva vida en otro lugar,» afirma Andrew Challenger, Vicepresidente Senior de la empresa.
Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, se quejó de que dirigir una empresa «no es realmente tan divertido» y a veces «es simplemente terrible». Según él, los CEO se ven abrumados por los «peores problemas de la empresa» que nadie más puede resolver. En 2022, Musk también se quejó de que a veces se siente «bastante solo» si vive solo mientras trabaja en un proyecto y ni siquiera tiene un perro que le acompañe.
La combinación de enorme presión, estrés, soledad y falta de conciliación que suele acompañar al puesto de consejero delegado bien puede explicar por qué pocas personas permanecen en el cargo durante mucho tiempo.
Pero hay excepciones para todas las tendencias: Warren Buffett lleva más de medio siglo como Consejero Delegado de Berkshire Hathaway. Este hombre de 93 años probablemente ha durado tanto porque contrata a un ejército de consejeros delegados para dirigir las numerosas empresas que ha adquirido a lo largo de los años.
«Delegamos casi hasta la abdicación», — escribió en su «Manual del propietario». Ceder las responsabilidades del día a día permite a Buffett centrarse en lo que más le gusta hacer: asignar capital dentro y fuera de su empresa.
Fuente: Business Insider