YALE
Científicos estadounidenses planean poner en marcha un proyecto para probar comunicación cuántica en el espacio libre. Utilizando láseres, quieren lanzar los qubits sobre el estrecho de Long Island.
Se observa, que tres rayos láser del telescopio situado en lo alto de la torre Kline, en el campus de la Universidad de Yale, se dirigirá a través del estrecho de Long Island a una distancia de casi 43,5 km y será captado en el lado opuesto por un telescopio similar situado en el tejado del Hospital Universitario Stony Brook.
El objetivo del proyecto Quantum Laser Across the Sound es ampliar la capacidad de enviar y recibir información cuántica y demostrando el potencial de posibles futuras infraestructuras de computación cuántica. El telescopio en la cima La Torre Kline enviará fotones entrelazados 43,4 km a través del estrecho de Long Island.
«Queremos intercambiar información cuántica para demostrar que la comunicación es posible a través del espacio libre», — explica uno de los autores del proyecto, Catedrático de Ingeniería Eléctrica e Informática, Hong Tan.
Después, los científicos quieren probar esta tecnología en diversas aplicaciones, desde la criptografía cuántica hasta la obtención de imágenes de alta resolución de objetos astronómicos y la detección de partículas de alta energía. Los investigadores demostraron que la ubicación elegida para el proyecto es clave, ya que no hay muchos lugares como éste en Estados Unidos, con una masa de agua entre dos grandes instituciones de investigación y entre dos estados diferentes.
Como parte del proyecto, los científicos generarán un par de fotones entrelazados y los liberarán en la bahía. Los investigadores subrayan que normalmente redes cuánticas utilizan fibra óptica. Sin embargo, los cables de fibra óptica no siempre son adecuados para todas las redes. Debido a las características geográficas de la zona, la configuración adecuada puede ser bastante costosa. Además, la fibra óptica no es adecuada para la comunicación con un satélite o una isla aislada.
Utilizando la óptica en zonas urbanas, los científicos pueden transmitir información cuántica en el espacio libre. Sin embargo, este sistema también tiene sus inconvenientes y sigue dependiendo, por ejemplo, de los caprichos meteorológicos.
«Vuelan 44 kilómetros en espacio abierto, lo que significa mucha amortiguación del aire, difracción y simplemente turbulencias. Puede llover, etc.», — dijo uno de los participantes en el proyecto, un estudiante Mason Abrell.
Fuente: Interesting Engineering