El juego móvil puede ser un negocio costoso y que requiere mucho tiempo. Así lo ha demostrado una vez más un sacerdote católico detenido recientemente y acusado de robar más de 40.000 dólares a su antigua parroquia. No gastó el dinero en buenas obras, sino en placeres mundanos como Candy Crush y Mario Kart, informa ITC.UA.
El reverendo Lawrence Kozak, de 51 años, fue acusado de robo y otros delitos conexos por haber utilizado presuntamente una tarjeta de crédito de la iglesia para pagar compras de juegos de móvil por un total de 41.879,83 dólares. Se dedicó a este entretenimiento de vanidad entre septiembre de 2019 y julio de 2022. Kozak favorecía juegos como Candy Crush, Mario Kart Tour, Pokémon Go y Cash Frenzy, así como varias máquinas tragamonedas y juegos de objetos ocultos.
Las acciones pecaminosas del reverendo podrían haber continuado, pero, según los investigadores, en 2022, un contable que trabajaba para la iglesia de Pottstown (Pensilvania) descubrió un número astronómico de transacciones a favor de Apple» en los extractos de las tarjetas de crédito de la «parroquia. Esto ocurrió durante una auditoría financiera. El ID de Apple estaba supuestamente registrado a nombre de Kozak.
Sin embargo, no solo los juegos calentaron el corazón del sacerdote. También se utilizó una tarjeta de crédito con fondos de la parroquia para comprar cosas a través de una cuenta de Amazon registrada a nombre de Kozak. Una tableta Fire y una mochila infantil para su ahijada también le reportaron gracia espiritual a costa de otro.
Kozak negó haber utilizado a sabiendas la tarjeta de crédito de la parroquia, alegando que tanto su tarjeta bancaria personal como la de la parroquia estaban vinculadas a su iPhone. Dijo que la tarjeta de la iglesia se utilizaba para pagar servicios de streaming autorizados y software de Microsoft Office, pero admitió que quizá la había utilizado para comprar artículos de juego, ya que no estaba muy familiarizado con los detalles. Añadió que estas compras se hicieron para «impulsar» y no con fines de juego. Además, declaró bajo juramento que estaba buscando asesoramiento por su adicción al juego y por gastar dinero en juegos online.
Los registros muestran que Kozak en realidad hizo pagos por un total de $ 10600 desde su cuenta bancaria personal al saldo de la tarjeta de crédito de la parroquia. En noviembre de 2022, la iglesia suspendió a Kozak por motivos administrativos. Posteriormente, envió una carta con un cheque por $ 8000 para «reembolsar a la parroquia». La carta manuscrita decía:
«Siento mucho haber cometido este error, que te ha causado estrés».
Kozak fue acusado el pasado jueves y puesto en libertad tras pagar una fianza de 250.000 dólares.
Fuente: techspot