Continuamos nuestra serie de artículos «El mundo de la tecnología móvil antes del iPhone de Apple», donde hablamos de los mejores dispositivos móviles que salieron antes del primer iPhone de Apple en 2007. Hoy echaremos un vistazo a los teléfonos y smartphones más populares, tecnológicamente avanzados, únicos y sorprendentes que salieron a la venta en 2002 y 2003. En general, 2002 no trajo muchas innovaciones, pero los 12 meses siguientes estuvieron llenos de avances tecnológicos, incluido el smartphone más popular de la historia de los dispositivos móviles.
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Nokia 7650
El primer smartphone Symbian del mundo con cámara integrada se convirtió en un auténtico éxito en su época Nokia 7650 – un buque insignia en toda regla con las mejores prestaciones y capacidades increíbles para un teléfono en 2002. El sistema operativo Symbian Epoc pasó de las PDA y los comunicadores a factores de forma más familiares y fue el más popular hasta la llegada de iOS y Android.
Por unos 700 euros, un usuario del Nokia 7650 recibía no sólo un productivo smartphone con pantalla de 2,1 pulgadas, soporte para tarjetas de memoria, procesador rápido, GPRS, correo electrónico, MP3 y Bluetooth, sino también una cámara integrada. El módulo de 0,3 MP producía fotos excelentes y quedó claro que las cámaras externas para teléfonos acabarían convirtiéndose en piezas de museo.
El smartphone Nokia 7650 recibió rápidamente una enorme cantidad de software de desarrolladores externos y ofrecía capacidades mucho más amplias que un buque insignia típico con un sistema cerrado. En el contexto de los teléfonos móviles sencillos con pantallas de 1,5 pulgadas, 500 KB de memoria y sin cámara, el Nokia 7650 parecía un invitado del futuro. Fue este modelo el que inauguró una nueva era en la que floreció el hermoso sistema operativo Symbian Serie 60.
Siemens S55
La empresa alemana no pudo ofrecer una competencia digna a los buques insignia de Nokia, pero ocupó con seguridad su cuota de mercado. El compacto y cómodo Siemens S55 se convirtió en el favorito de los automovilistas. El teléfono se hizo popular gracias a su capacidad para funcionar con auriculares Bluetooth, y también estaba equipado con una cámara externa con flash.
La pequeña pantalla mostraba 256 colores y tenía una resolución de 101×80 píxeles, lo que no sorprendió a los hombres de negocios y usuarios técnicamente avanzados de la época. Un buen añadido era la presencia de Java y la posibilidad de instalar juegos desde Internet.
Después del Siemens SL45i, fue una decepción que el nuevo buque insignia no admitiera tarjetas de memoria, así que podías olvidarte enseguida de las capacidades musicales. El almacenamiento integrado de 400 KB se llenó rápidamente de canciones, fotos y juegos que los propietarios del Siemens S55 recibían a través del puerto de infrarrojos y descargaban de sitios WAP. Un año después apareció un modelo similar, el Siemens M55, que no tenía módulo Bluetooth, pero la cantidad de memoria incorporada aumentó a 1,6 MB.
Sharp GX1/GX10
Las cámaras externas no tenían mucha demanda, y los fabricantes empezaron a trabajar activamente para incorporar el módulo directamente en el teléfono. El Sharp GX1 fue uno de los primeros teléfonos con cámara producidos en serie. El modelo tiene una gran pantalla con una resolución de 120×160 píxeles y admite hasta 65 mil colores.
La cámara CIF integrada (0,1 MP) sólo podía hacer fotos (como el primer iPhone 5 años después), para lo que se asignaron 700 KB de memoria. Otras características del Sharp GX1 también estaban a un nivel decente: juegos integrados con la posibilidad de descargar otros nuevos, un puerto de infrarrojos, polifonía de 16 tonos con un editor de melodías integrado, WAP 1.2.1 y compatibilidad con MMS. Ese mismo año salió al mercado un modelo similar, el GX10, pero en forma de concha.
Siemens SL55
Un año después del lanzamiento del monobloque S55, nació el SL55, el nuevo deslizador de gama alta de la compañía, que recibió varias actualizaciones interesantes y algunos compromisos. La cantidad de memoria integrada se multiplicó por 4 hasta alcanzar los 1,6 MB, pero el fabricante privó al modelo de Bluetooth. La duración de la batería también se ha resentido debido a la reducción de las dimensiones físicas.
El Siemens SL55 conquistó corazones no por sus parámetros técnicos, sino por su aspecto increíblemente bello. Su forma redondeada, tamaño compacto y diseño llamativo llamaron la atención de muchos, y el teléfono se vendió por millones. Al igual que el S55, admitía cámaras externas, tenía navegador integrado, cliente de correo electrónico, Java, grabadora de voz, recordatorios y todo lo que podía interesar a un usuario medio.
Copiar el texto de un mensaje y pegarlo en tus notas, descomprimir un archivo ZIP, editar una foto o un vídeo que acabas de hacer y enviarlo por correo electrónico, descargar un juego de 5-10 MB con los mejores gráficos… todo parecía tan rompedor que los competidores entraron literalmente en pánico y los clientes barrieron el Nokia 6600 de las estanterías. No es de extrañar que este modelo se haya convertido en el smartphone más popular desde que se acuñó el término.
Blackberry 7230
Poco popular en Ucrania, pero un éxito en Estados Unidos, el Blackberry 7230 se hizo extremadamente popular y fue nombrado el mejor teléfono para el correo electrónico. Su enorme, cómodo y bien pensado teclado agilizaba la escritura. Después de la Blackberry 7230, no queríamos volver a los clásicos teléfonos con pulsador y teclado digital, aunque el resto de características no nos sorprendieron.
Una gran ventaja era la gigantesca pantalla de 2,6 pulgadas con una resolución de 240×160 píxeles y 65 mil colores. Trabajar con texto en la Blackberry 7230 era un placer y, gracias a la matriz de colores, era posible ver fotos y páginas web con archivos multimedia.
No había cámara integrada ni Bluetooth. El usuario disponía de 16 MB de memoria sin posibilidad de ampliarla con tarjetas. En general, la Blackberry 7230 no era un buque insignia en términos multimedia, pero marcó el rumbo y demostró que un teléfono inteligente e Internet son una misma cosa.
Al igual que un teléfono inteligente moderno iOS/Android, la Blackberry 7230 mantenía al propietario en contacto todo el tiempo, pero en lugar de las aplicaciones modernas habituales, se utilizaba el servicio propietario de Blackberry. Resulta que, aparte de enviar un gran número de fotos y vídeos, las redes sociales modernas no han escapado de lo que eran hace 21 años.
Samsung X600
En 2003, el gigante coreano empezaba a dar pasos hacia el dominio mundial. Por aquel entonces, no le resultaba fácil moverse entre fuertes competidores, pero el lanzamiento del asequible y funcional teléfono Samsung X600 dio unos resultados impresionantes. El dispositivo, relativamente barato y fácil de usar, con cámara giratoria y pantalla brillante, se vendió bien.
El Samsung X600 permitía hacerse selfies gracias a su módulo giratorio de 0,3 MP, 9 MB de memoria interna, un puerto de infrarrojos, un navegador WAP 2.0, juegos descargables incorporados y un diseño elegante que atrajo a millones de clientes.
Los responsables de marketing y los ingenieros del fabricante coreano lo hicieron todo bien, porque el mercado necesitaba un teléfono asequible con cámara. El Samsung X600 también tenía una buena cantidad de memoria y un software más estable que el Siemens.
El Samsung X600 no fue un gran avance tecnológico, pero proporcionó una base sólida y una buena financiación para los futuros desarrollos del gigante tecnológico coreano. Dentro de la empresa no había dudas sobre la dirección que debía tomar la industria de la telefonía móvil, y en uno o dos años Nokia empezaría a ver a Samsung como un serio oponente con sus D500, D600, D720, E350, E760, X700, Z130 y el increíble i300.
Sony Ericsson T610/T630
A mediados de 2003, Sony Ericsson lanzó un auténtico éxito entre los jóvenes: el Sony Ericsson T610. Este teléfono se ganó el corazón de sus fans gracias a su excelente ergonomía, buena funcionalidad y bajo precio. El dispositivo tenía todo lo que podía interesar a un amplio abanico de consumidores: una cámara integrada de 0,1 MP, soporte de polifonía, un editor de tonos de llamada, un cliente de correo electrónico, WAP 2.0 y soporte HTML.
La pantalla de 1,8 pulgadas con una resolución de 128×160 píxeles no merece menos atención. Está basada en la tecnología STN y muestra hasta 65 mil colores. También es digno de mención el completo conjunto de interfaces, que incluye un puerto de infrarrojos y Bluetooth 1.0b.
La popularidad del T610 fue abrumadora y, en pocos meses, la empresa lanzó una versión actualizada del T630 con una pantalla mejorada y errores de software corregidos. La novedad no trajo otros cambios importantes, pero no por ello dejó de ser menos popular. Los Sony Ericsson T630 y T610 ganaron su fama, entre otras cosas, gracias a los juegos, un gran número de juegos de alta calidad, porque los teléfonos funcionaban con Mophun.
Mophun merece por sí solo un artículo aparte. Esta palabra pone la piel de gallina a los propietarios de teléfonos Sony Ericsson de hace 20 años que piensan en ellos ahora. Esta plataforma es un ejemplo perfecto de cómo lo mejor no siempre se convierte en lo más popular. A veces basta con hacer algo torcido, rápido, pero accesible a todo el mundo para hacerse con el mercado.
Eso es exactamente lo que ocurrió: una máquina Java sin optimizar inundó la mayoría de los teléfonos, y luego el testigo «torcido pero fácil de escribir» lo recogió Google con Android. La plataforma Mophun destacaba por su buena optimización frente a Java, lo que permitía ejecutar juegos 3D con gráficos sin precedentes y altos FPS.
Los juegos eran tan buenos como en los mejores teléfonos inteligentes Symbian, y todo gracias a un software de alta calidad. Las especificaciones del T630 eran relativamente modestas, pero bastaron para ganar popularidad entre los jóvenes. Las buenas capacidades de juego, el bajo coste y la cámara integrada fueron lo que hicieron que el Sony Ericsson T630 destacara entre la competencia.
Comparación de gráficos/rendimiento de juegos Java y Mophun en el ejemplo de Rally Pro Contest. A la izquierda está Mophun, y a la derecha la versión Java del mismo juego. ¿Qué te parece la diferencia de FPS? Teléfono de prueba Samsung i200.
Después del T610 y el T630, los fans de Sony Ericsson se sintieron un poco humillados, porque la transición a Java fue un terrible downgrade. Mophun podría haber creado una simbiosis perfecta con Sony Ericsson y haberla convertido en la marca número uno en el mundo de los teléfonos para juegos, pero el mundo fue por otro lado. El camino de Java hasta iOS y Android.
Sendo X1
Hacia finales de 2003 se presentó otro excelente teléfono inteligente basado en Symbian 6.1 Serie 60, que era un digno competidor del exitoso Nokia 6600. El Sendo X1 tenía unas prestaciones de lujo y dejaba en evidencia a sus competidores. En el corazón del dispositivo se encuentra un procesador TI OMAP 5910 de 120 MHz, 32 MB de memoria interna (muchos más que en el Nokia 6600) con soporte para tarjetas de memoria.
Otra de sus ventajas era una cámara VGA con flash, una enorme pantalla de 2,2 pulgadas y una batería de 1050 mAh. En 2003, el Sendo X1 era una auténtica máquina multimedia todo en uno. No había nada que este atractivo dispositivo no pudiera hacer, pero pronto Sendo dejó de desarrollar nuevos teléfonos inteligentes.
Siemens SX1
El primer y último intento de la compañía alemana en el mercado Symbian. El Siemens SX1, experimental y único, se recuerda no tanto por su funcionalidad como por su sorprendente diseño. Fue uno de los primeros teléfonos del mercado de masas en tener un teclado digital situado en los bordes y, debajo de la pantalla, el fabricante instaló numerosas teclas de acceso rápido, portapapeles y movimiento dentro del sistema Symbian.
Técnicamente, el Siemens SX1 era un competidor directo del Nokia 6600 y rendía a un nivel decente entre sus análogos. Un procesador de 120 MHz de TI OMAP era el responsable del rendimiento, y sólo disponía de 4 MB de memoria interna. Esto se solucionó instalando tarjetas MMC.
Además del puerto de infrarrojos, un Bluetooth 1.1 de alta velocidad para los estándares de 2003, el teléfono también disponía de radio FM, de gran valor en aquella época. El Siemens SX1 hacía frente sin problemas a la reproducción de música y vídeo, la navegación por páginas HTML, el correo electrónico, etc.
La cámara integrada del Siemens SX1 permitía hacer fotos y vídeos, y todo ello podía verse en una gran pantalla de 2,2 pulgadas. Un sistema abierto, un diseño único y un rendimiento superior: parecía que el Siemens SX1 sería el comienzo de una nueva era para Siemens, pero no fue así. Debido a las dificultades con el desarrollo de software y a la fuerte competencia, el fabricante dejó de invertir recursos en este campo y el mundo nunca llegó a ver la secuela del SX1.
Motorola MPx200
Incluso antes de que apareciera el legendario Motorola RAZR V3, la compañía estadounidense lanzó varios clamshells rompedores que destacaban no por su diseño, sino por su increíble funcionalidad. El Motorola MPx200 era un smartphone ejemplar de aquellos tiempos y pertenecía a la categoría «picadillo completo», salvo por la cámara: simplemente no existía.
En su interior había un potente procesador de 133 MHz, 8 MB de memoria interna y ¡soporte para tarjetas SD de hasta 1 GB! Este milagro de la tecnología funcionaba sobre la base de Microsoft Smartphone 2002. La gran ventaja del Motorola MPx200 era su compatibilidad con una gran variedad de formatos multimedia: MP3/AAC/AAC+/WMA/OGG/AMR/WMV y MP4.
Aunque el teléfono se posicionó como una solución empresarial, también tuvo demanda entre los usuarios normales que querían el combo de música y vídeo más funcional. La pantalla de 2,2 pulgadas con una resolución de 176 x 220 píxeles era igualmente impresionante, y el extra era una pantalla externa para mostrar notificaciones.
El Motorola MPx200 sentó unas bases sólidas para el desarrollo del sistema operativo Windows Smartphone, aunque este segmento nunca alcanzó una popularidad increíble. La razón de ello es el Symbian OS Serie 60, más sencillo y comprensible para los principiantes.
Palm Treo 600
Además de Symbian y Windows, en 2003 había otro actor importante en el mercado: Palm OS, que fue la base del Palm Treo 600. Este buque insignia impresionaba por sus características y disponía de una enorme cantidad de software útil. En el corazón del dispositivo había un procesador TI OMAP 1510 de gama alta con una frecuencia de 144 MHz. Había mucha memoria integrada: 24 MB disponibles y soporte para tarjetas de memoria de hasta 2 GB.
Gracias al sistema operativo Palm 5.2.1H, el propietario de este monstruo podía descargar aplicaciones de terceros y jugar con el sistema de archivos abierto a su antojo: Palm Treo 600 podía sustituir literalmente a un ordenador portátil durante los viajes de negocios. Una gran pantalla de 2,5 pulgadas combinada con un teclado QWERTY permitía trabajar con correo electrónico, documentos y páginas web.
Además de sus muchas ventajas, el Palm Treo 600 tenía varias desventajas. Por ejemplo, el modelo carecía críticamente de Bluetooth, lo que habrían agradecido los conductores con auriculares inalámbricos. Además, la cámara sólo podía hacer fotos, sin grabar vídeo. En general, el sistema Palm OS, aunque ofrecía un amplio abanico de posibilidades, no atraía a las masas «personas técnicamente poco avanzadas» tanto como Symbian OS.
Sony Ericsson P800/P900
Sony Ericsson luchó por un público solvente de hombres de negocios y usuarios técnicamente avanzados desarrollando activamente sus smartphones con pantalla táctil de la serie P. El Sony Ericsson P800 presumía de excelentes prestaciones y era un digno competidor de los comunicadores basados en Palm OS y Windows Pocket PC, y pronto recibió una lógica continuación.
El P900 actualizado se presentó con un diseño más elegante y un software revisado en forma de Symbian 7.0 UIQ 2.1. Además de la pantalla táctil, el teléfono podía manejarse en el modo clásico con las teclas y la rueda lateral. Gracias a una interfaz bien pensada y un sistema de archivos abierto con un gran número de aplicaciones, esta línea se convirtió en una digna alternativa a los monopolistas finlandeses.
El Sony Ericsson P900, al igual que su predecesor P800, tiene una pantalla de 2,9 pulgadas con una resolución de 208×320 píxeles, puede reconocer la escritura a mano y ofrecía las mejores prestaciones multimedia. El dispositivo manejaba archivos MP4 sin problemas, permitía trabajar con el correo electrónico, tenía un completo navegador HTML y una cámara VGA integrada.
Symbian UIQ se desarrolló en paralelo al Series 60, pero no por mucho tiempo. Antes del lanzamiento del iPhone de Apple, Sony Ericsson dejó de dar soporte a esta versión del sistema, lo que probablemente fue un gran error. Quizás fue la nueva serie P de Sony Ericsson con pantallas capacitivas la que podría haberse convertido en dignos competidores del iPhone de Apple.
Todo habría sido diferente si la corporación japonesa-sueca se hubiera tomado más en serio su interfaz de pantalla táctil, que tuvo bastante éxito y resultó muy cómoda para su época: el Sony Ericsson P900 es una clara confirmación de ello. La activa demanda de estos teléfonos en 2002 y 2003 obligó a los ingenieros a hacer una secuela en forma de los P910 y P990, que sin duda mencionaremos en los próximos números.
Nokia N-Gage
Una auténtica revolución en el mundo de los videojuegos para móviles la protagonizó un teléfono único, el primero de su clase: Nokia N-Gage. Este dispositivo de compromiso ha permanecido para siempre en el corazón de sus afortunados propietarios. Se construyó sobre la base del Nokia 6600, ya que utilizaba el mismo sistema operativo y hardware básico. A pesar de la ausencia de cámara, el resto de características no se vieron afectadas.
Por supuesto, el Nokia N-Gage era adorado por sus revolucionarias capacidades de juego, ya que los juegos para este teléfono estaban literalmente adelantados a su tiempo. Tras el lanzamiento del «Gaga», el mundo de los juegos para móviles se estancó, y durante mucho tiempo nadie pudo superar al Nokia N-Gage en este aspecto.
No estamos hablando de simples juegos Java de 50-300 KB, sino de proyectos AAA únicos de grandes desarrolladores. Los gráficos, el sonido y la jugabilidad de los juegos de Nokia N-Gage estaban a un nivel fundamentalmente superior. Cuando el propietario de un Sony Ericsson K750i (que saldrá a la venta en 2005) dice que ha jugado a los mejores juegos para móvil de la época, no es más que la autocomplacencia de una persona que se perdió el mejor dispositivo de juego.
Los juegos Symbian N-Gage tenían unos gráficos y una optimización mucho mejores y permitían aprovechar al máximo los recursos del teléfono. Debido a su enorme tamaño (algunos ocupaban más de 32 MB), se distribuían en tarjetas de memoria MMC, igual que ahora se venden los juegos de Nintendo Switch. Para cambiar de juego, había que sacar la batería y reorganizar la tarjeta de memoria.
Además, Nokia N-Gage tenía su propio lanzador con soporte para juegos en línea, chat, una lista de amigos y un catálogo de juegos. Podría decirse que era el Steam móvil de su época. Resulta irónico que, después de Nokia N-Gage, no hubiera juegos para móviles (o teléfonos para jugar) mejores, más detallados y pensados hasta la llegada de Apple iOS y Google Android.
Era increíblemente fácil piratear juegos, las ventas no se justificaban y el mercado simplemente no estaba preparado para aceptar semejante revolución. El Nokia N-Gage fue un teléfono rompedor e increíble que salió en el momento equivocado y varios errores graves de los responsables de marketing enterraron la idea de desarrollar este sector.
Unos años más tarde, Nokia decidió lanzar Nokia N-Gage 2.0, que fue un lanzador para los buques insignia Nokia N-Series de 2006-2008. A pesar de una seria mejora en las características técnicas de los teléfonos (como Nokia N96, N95, N86, N82), los juegos no mejoraron y no sorprendieron al propietario de un Nokia N-Gage lanzado en 2003. Como resultado, la plataforma N-Gage 2.0 fracasó con un batacazo aún mayor.
La primera parte (2000-2001) «El mundo de la tecnología móvil antes del iPhone de Apple» aquí:
El mundo de la tecnología móvil antes del iPhone de Apple: los mejores teléfonos de 2000-2001