Parece que Boeing atraviesa una mala racha. Recientemente ha sido objeto de duras críticas por sus problemas de seguridad en los aviones. Y con razón.
La semana pasada, un avión Boeing 737-800 de Southwest Airlines sufrió un grave accidente durante el despegue del aeropuerto internacional de Denver La cubierta del motor se ha caídoEl avión fue desviado por un alerón, golpeando ligeramente el suelo. Una semana antes, el mismo Southwest abortó un vuelo de Boeing 737-800 en el Aeropuerto Internacional de Texas después de que la tripulación informara de problemas en el motor. En enero uno de los aviones Boeing sufrió el desprendimiento de una puerta de salida de emergencia durante un vuelo a 5 km de altitud. Y en 2018 y 2019 hubo catástrofes con Boeing 737 Max en las que murieron 189 y 157 personas, respectivamente.
Además, el mes pasado, un denunciante corporativo y ex empleado de Boeing desde hacía mucho tiempo que había demandado a la compañía fue encontrado muerto en el estacionamiento de un motel. A pesar de que la muerte del hombre fue declarada suicidio, el incidente desató teorías conspirativas y agravó aún más la crisis de relaciones públicas.
Y ahora ha surgido un nuevo denunciante que formula inquietantes acusaciones contra la empresa.
El ex ingeniero Sam Salehpour, que trabajó para Boeing durante más de una década, presentó en enero una denuncia ante la Administración Federal de Aviación sobre sus preocupaciones. Las quejas se refieren principalmente al Boeing 787 Dreamliner. El antiguo ingeniero afirma que la empresa introdujo cambios de fabricación en la forma en que «las secciones del avión se encajaban y sujetaban entre sí en la cadena de montaje» y que estos podrían, tras miles de vuelos, hacer que el fuselaje del avión «se rompiera» en pleno vuelo. Según él, el fuselaje de un avión consta de varias piezas, todas ellas de distintos fabricantes. El problema es que no tienen exactamente la misma forma en las partes donde encajan.
Boeing ha confirmado que los cambios de fabricación citados por Salehpour existen, pero niega que provoquen problemas de seguridad. El comunicado afirma que la compañía tiene «plena confianza en el 787 Dreamliner» y que las afirmaciones sobre problemas de seguridad son «inexactas y no reflejan el exhaustivo trabajo que Boeing ha realizado para garantizar la calidad y la seguridad a largo plazo del avión».
Salehpour sigue manteniendo su opinión y está previsto que comparezca en una audiencia en el Congreso la próxima semana. El denunciante ha sido invitado a declarar ante el Subcomité de Investigaciones del Comité de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado el 17 de abril.
«No hago esto porque quiera que Boeing fracase, sino porque quiero que tenga éxito y evitar desastres,» dijo Salehpour a los periodistas. «La verdad es que Boeing no puede seguir como hasta ahora. Creo que tiene que hacerlo un poco mejor.
Fuente: gizmodo