El prototipo de igus:bike apareció en 2022. Ahora, la bicicleta con el nuevo nombre RCYL va a entrar en producción. La bicicleta está hecha de plástico reciclado, pero es probable que se recicle después de su vida útil.
La idea del plástico macizo se le ocurrió a Frank Blais, presidente de la empresa alemana de productos plásticos igus, durante unas vacaciones en Florida en 2009. En Estados Unidos, se dio cuenta de que las bicicletas de alquiler tenían una vida útil muy limitada debido a la constante exposición a la arena, el viento y el agua salada.
Aunque el cuadro, las ruedas, las bielas y los rodamientos del prototipo eran de plástico, algunos componentes seguían siendo entonces de metal. Desde entonces, el equipo ha buscado formas de fabricar más piezas con plástico. La rebautizada bicicleta RCYL tiene ahora un 92% de plástico, y la mitad procede de residuos plásticos reciclados, incluidas redes de pesca desechadas.
Los robustos rodamientos de bolas de plástico no necesitan lubricación. Las piezas que no son de plástico incluyen frenos de disco, neumáticos, correas de transmisión, iluminación, tornillos, etc.
«Ahora seguimos invirtiendo en investigación y desarrollo para aumentar el uso de plástico reciclado al 75% lo antes posible e incluso al 100% a largo plazo,» afirma Sven Turnhardt, Jefe de Ventas y Marketing.
La empresa asociada MTRL está produciendo actualmente las primeras 100 unidades antes de atender los pedidos anticipados de aproximadamente 1.500 bicicletas. Para reducir los tiempos de espera, igus está construyendo su propia línea de producción de bicicletas. Una vez aumentada la capacidad, la empresa tiene previsto producir 10.000 bicicletas.
El modelo de producción inicial pesa 17 kg y cuesta 1.200 euros. Esto no incluye el motor ni la batería, aunque igus:bike tiene prevista una bicicleta eléctrica.
Fuente: New Atlas