
Queríamos enseñarle el cuento a la niña, pero ella decidió reescribirlo.
Un desafortunado incidente ocurrió en el Museo Hecht de la Universidad de Haifa, en Israel: un joven visitante dañó sin querer un artefacto único de la Edad de Bronce. El padre del niño declaró a la BBC que al principio no se creía lo que había pasado. Sin embargo, cuando su hijo se calmó, el hombre denunció el incidente a los guardias de seguridad del museo.
La dirección de la institución decidió no castigar al niño, ya que se trataba de un accidente. Lihi Laszlo, portavoz de la Universidad de Haifa, que gestiona el museo, declaró:
«Hay casos de daños deliberados a los objetos expuestos. Estas situaciones se tratan con extrema seriedad, llegando incluso a implicar a la policía».
El ánfora rota llevaba 35 años expuesta en el museo. Los expertos la datan en la Edad de Bronce, el periodo comprendido entre el 2200 y el 1500 a.C. El artefacto es anterior a la época del rey David y se utilizaba para almacenar y transportar productos locales, principalmente vino y aceite de oliva.
Los arqueólogos han encontrado jarras similares durante las excavaciones, pero la mayoría estaban rotas o incompletas. Por eso ésta tenía un valor especial. Inbal Rivlin, director del museo, explicó por qué el ánfora estaba a la entrada sin protección de cristal:
«Nuestro museo cree en el atractivo especial del contacto directo con los hallazgos arqueológicos. A pesar de esta rara ocasión, el Museo Hecht continuará con esta tradición».
Rivlin invitó públicamente al niño y a su familia a una visita organizada al museo esta semana, y aceptaron acudir. Ya se ha encargado a un especialista la restauración del ánfora.
Fuente: BBC, Science alert
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