El laboratorio de computación cuántica de Google ha logrado un avance significativo. La compañía anunció que su nuevo chip para computación cuántica llamado Willow puede realizar tareas computacionales complejas en menos de 5 minutos. Google afirma que a uno de los supercomputadores más rápidos del mundo le tomaría 10 septillones de años realizar esta tarea, más que la edad del universo.
Este es un salto significativo en comparación con 2019, cuando Google afirmó que su procesador cuántico había resuelto una ecuación matemática en tres minutos, mientras que a un supercomputador le habría llevado 10,000 años. En ese momento, IBM cuestionó esta afirmación.
Además de la mejora en el rendimiento, los investigadores también han encontrado una forma de reducir la cantidad de errores, un problema que Google llama «uno de los mayores desafíos en la computación cuántica». A diferencia de los bits, que representan 1 o 0, la computación cuántica utiliza qubits, que pueden existir en varios estados simultáneamente (por ejemplo, 1, 0 o cualquier estado intermedio).
Según Google, los qubits son propensos a errores porque «tienden a intercambiar información rápidamente con el entorno externo». Sin embargo, los investigadores de Google han descubierto una manera de reducir la cantidad de errores, agregando más qubits al sistema, y han logrado corregir estos errores en tiempo real.
«Este logro histórico en el campo se llama ‘bajo el umbral’, la capacidad de reducir la cantidad de errores mientras se escala el número de qubits,» escribe el fundador de Google Quantum AI, Hartmut Neven, en el blog de Google. «Demostrar este hito es clave para avanzar en la corrección de errores cuánticos, que sigue siendo uno de los desafíos más difíciles desde que Peter Shor presentó este concepto en 1995».
El chip Willow, que tiene 105 qubits, ahora tiene «los mejores indicadores en su clase», según Neven. Microsoft, Amazon e IBM también están trabajando en sus propios sistemas de computación cuántica.
El próximo objetivo de Google es realizar el primer cálculo «útil, posclásico» que será relevante para aplicaciones reales e inaccesible para computadoras convencionales. En el futuro, como señala Neven, las tecnologías cuánticas se volverán «indispensables» para la recopilación de datos para el entrenamiento de inteligencia artificial, el descubrimiento de nuevos medicamentos, el desarrollo de baterías más eficientes para vehículos eléctricos y acelerar el progreso en el campo de la energía de fusión nuclear y nuevas alternativas energéticas.
Fuente: The Verge
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