Un holograma de una mujer se exhibe en los escaparates del Barrio Rojo, haciendo un llamamiento a posibles testigos para que ayuden a encontrar al asesino.
Bernadette (Betty) Szabo nació en Hungría, pero se trasladó a Ámsterdam a los 18 años. Allí trabajó en el Barrio Rojo — y durante ese tiempo consiguió dar a luz a un hijo y colocarlo con unos padres de acogida La noche del 19 de febrero de 2009, Betty fue encontrada muerta con una docena de puñaladas por sus compañeros en su despacho. Nunca se encontró al asesino, pero ahora la policía vuelve al caso con nuevos métodos.
Así, la policía local utilizó tecnología moderna y lanzó una campaña publicitaria a gran escala: ahora, un edificio independiente en la esquina de Korte Stormsteeg y Oudezijds Achterburgwal está completamente dedicado al caso Sabo: está cubierto de carteles con la imagen de la chica, y en las pantallas de televisión se emite un documental sobre el caso.
Sin embargo, un elemento de la campaña es quizá el que más llama la atención: la policía ha creado un holograma de Sabo, pidiendo a los transeúntes que ayuden y compartan información sobre el posible asesino. El holograma es de tamaño natural y reproduce a Betty con bastante exactitud, duplicando su enorme tatuaje que le cubre el estómago y el pecho.
«Es la primera vez que hacemos algo así y estamos muy nerviosos,» dice Benjamin van Gogh, coordinador del Grupo de Búsqueda de Personas Desaparecidas, con sede en Ámsterdam. «Queremos que se haga justicia. Ya hemos intercambiado ideas con representantes de la policía y otras organizaciones sobre si debemos seguir haciendo esto y cómo llevarlo a cabo».
Van Gogh añadió que el proyecto sólo se puso en marcha tras obtener el permiso y consultar a la familia Sabo.
Los detectives esperan que el holograma y la recompensa de 30.000 euros les ayuden a encontrar nuevos testigos, posiblemente entre huéspedes extranjeros:
«Betty fue asesinada en una de las zonas más concurridas de Ámsterdam, quizá incluso de toda Holanda. Es imposible que no hubiera gente que viera u oyera algo inusual en ese momento. O alguien le contó algo a alguien. Después de todo, el barrio rojo atrae a visitantes de todo el mundo»
Fuente: The Guardian
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