Un estudio del lenguaje de las ballenas mediante aprendizaje automático ha revelado un complejo sistema fonético que sugiere que los cetáceos pueden hablar entre sí igual que los humanos.
Esta semana se ha publicado un artículo de investigación de especialistas del MIT titulado «Estructura contextual y combinatoria de las voces de los cachalotes» en la revista Naturey presentó los resultados de un estudio sobre los sonidos que emiten los cachalotes en el Caribe utilizando algoritmos sencillos de aprendizaje automático.
El análisis reveló un complejo sistema de sonidos y códigos mucho más complicados de lo que se pensaba. Aún se desconoce el significado de las conversaciones, pero son bastante detalladas y probablemente se basan en un alfabeto fonético independiente.
«Al igual que el Alfabeto Fonético Internacional para las lenguas humanas, este «Alfabeto Fonético de Cachalotes» muestra cómo pequeñas variaciones dan lugar a un conjunto diverso de fonemas (en los humanos) o de códigos (en los cachalotes)», — dice el artículo.
Mientras que los sonidos humanos se clasifican en función del lugar de la boca donde se forman y de si vibran las cuerdas vocales, las ballenas utilizan una combinación de ritmo y tempo. Otras variables son el rubato (cambiar los intervalos entre chasquidos) y la ornamentación (añadir un chasquido más a una coda).
Hay que recordar que los sonidos humanos no son completamente análogos a los de las ballenas. El investigador del MIT Jacob Andreas explicó a The Register…que los procesos fisiológicos subyacentes son muy diferentes.. — también es mucho más largo que un fonema humano típico.
«El número de codas corresponde al número de fonemas en algunas lenguas, pero no sabemos realmente si una coda es un fonema, una palabra, una frase u otra cosa. Hay muchas cosas en estas vocalizaciones (ballenas cantando juntas) que son bastante diferentes de todo el lenguaje humano. Aún tenemos que caracterizar la información que contienen estas vocalizaciones, que es el siguiente gran campo en el que nos movemos», afirma Andreas.
En general, todas las investigaciones futuras sobre el lenguaje, tanto animal como humano, pueden verse favorecidas por la inteligencia artificial. A pesar de que nuestro sistema de comunicación se conoce mejor, aún quedan muchas preguntas sin respuesta — como si hubo una lengua humana original o si nuestros cerebros tienen una gramática universal (la base biológica del lenguaje teorizada por el lingüista Noam Chomsky).