
La iglesia más antigua de Lucerna (Suiza), la Capilla de San Pedro, ha transformado su confesionario en un lugar donde comulgar con un Cristo digital. El proyecto «Deus in Machina» se puso en marcha en agosto en colaboración con el laboratorio de tecnología interactiva de la universidad local.
«Queríamos entender las reacciones de la gente ante la versión de Jesús en IA y los temas de sus conversaciones,» afirma el teólogo Marko Schmid.
Según él, el equipo discutió durante mucho tiempo qué imagen elegir para el avatar — un teólogo, un santo o una persona corriente, pero finalmente se decidió por la figura de Cristo.
La iglesia aprovechó el espacio del confesionario para instalar el equipo informático. Los visitantes se comunican con la imagen de Cristo a través de una pantalla enrejada, y el sistema, entrenado en textos teológicos, genera respuestas en tiempo real. Antes de iniciar una conversación, los usuarios confirman que entienden que están hablando con un interlocutor virtual.
«No se trata de una confesión en el sentido tradicional. No intentamos imitar el sacramento», subraya Schmid. Los organizadores piden a los visitantes que no revelen información personal durante el diálogo.
Durante los dos meses que duró el experimento, más de 1.000 personas de distintas confesiones, entre ellas musulmanes y turistas de China y Vietnam, interactuaron con el avatar. Según una encuesta realizada a 230 usuarios, dos tercios lo calificaron de «experiencia espiritual».
Un periodista local que probó el sistema describió algunas de las respuestas como «trilladas y repetitivas, con sabiduría a nivel de cita de calendario». Otros visitantes dijeron que era imposible mantener un diálogo significativo con la máquina.
La comunidad católica expresó su preocupación por el uso de un confesionario, mientras que los protestantes desaprobaron el uso de imágenes religiosas. Sin embargo, a los organizadores lo que más les preocupaba era el riesgo de respuestas incontroladas del sistema.
«Antes del lanzamiento, probamos el sistema con 30 personas. Nunca notamos que dijera cosas raras. Pero no podíamos garantizarlo», dice Schmid, explicando la decisión de mantener el proyecto en fase experimental.
Un teólogo ve potencial en la creación de un asistente espiritual multilingüe que responda a las preguntas religiosas. «La gente quiere un diálogo directo con Jesús. Quieren recibir respuestas y escuchar sus palabras», concluye.
Los resultados del experimento se presentarán la próxima semana en una conferencia científica. El proyecto es la siguiente etapa en la cooperación a largo plazo de la iglesia con el laboratorio de investigación en el campo de la realidad virtual y aumentada.
Fuente: The Guardian
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