Anthony Do dice que pagó íntegramente su nuevo Toyota GR Corolla Circuit. Cuando dejó el coche en el aparcamiento durante aproximadamente un mes, volvió y se encontró con que la batería estaba completamente descargada. Esto se debió a una pequeña «sorpresa» que su concesionario olvidó mencionar — un rastreador GPS oculto.
Mientras investigaba la posible causa del drenaje de la batería, Anthony se enteró de los informes de otros usuarios sobre dispositivos GPS que drenaban sus baterías. Encontró el mismo problema con su coche, aunque el concesionario nunca le informó sobre el rastreador.
El dispositivo encubierto, fabricado por Phillips, se conectaba al puerto OBDII del vehículo y tenía su propio puerto OBDII que sustituía al original. Los aficionados al tuning de coches ya se han percatado de la existencia de estos dispositivos y se han quejado de ellos porque interfieren en las modificaciones del coche.
En el caso de Anthony Do, el rastreador parece haber sido instalado ilegalmente. Afirma que rechazó la oferta del concesionario del dispositivo Seguimiento GPSque rastrearía el coche si alguna vez se lo robasen. Además, como compró el coche íntegramente, el concesionario o la entidad financiera no tienen que preocuparse por recuperarlo.
Los delincuentes podrían utilizar la información obtenida del rastreador para cometer delitos, como robar el coche o seguir al propietario. Además, los datos podrían venderse a terceros. Se pueden encontrar modelos usados de este rastreador por menos de 100 dólares. Cuando compres un coche, debes buscar este tipo de dispositivos. También debes leer atentamente los documentos al comprar un coche — este tipo de dispositivos pueden figurar en ellos.
Fuente: Carscoops
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