Según informa The Wall Street Journaltrabajadores de la fábrica de Tesla en Austin se vieron obligados a trabajar durante varios meses a temperaturas tan bajas como +38°C y en «niebla constante» debido a una puerta gigante defectuosa de la fundición — al mismo tiempo, la empresa «ignoró el problema, aumentando producción del Tesla Model Y en 2022».
Según los trabajadores entrevistados por WSJ, las condiciones han empeorado debido a «emisión de toxinas al aire» que pasaron por alto la puerta abierta del horno. Mientras que los directivos de Tesla supuestamente ignoraron los informes de los empleados, al no considerarlos significativos — el resto de la plantilla no informó de los problemas porque les preocupaba un posible despido
El periódico también informa de que Tesla supuestamente vertió en su momento aguas residuales peligrosas procedentes de sus instalaciones de producción, que contenían pintura, aceite y otros productos químicos, al sistema de alcantarillado de la ciudad.
El WSJ señala que las conclusiones del artículo se extrajeron tras una revisión detallada de correos electrónicos entre los reguladores de Texas y Tesla, así como entrevistas con antiguos empleados y otros documentos, incluida una carta enviada por un denunciante a la Agencia de Protección Medioambiental. Tesla aún no ha respondido a la solicitud de comentarios del medio.
No es la primera vez que las empresas de Elon Musk son sospechosas de tener un impacto negativo en el medio ambiente. En septiembre, SpaceX fue multada con casi 150.000 dólares para el vertido de aguas residuales en humedales cerca de su plataforma de lanzamiento en Texas en 2012, y en febrero Tesla pagó 1,5 millones de dólares para resolver una demanda acusado de manipulación incorrecta de residuos peligrosos en plantas de California. También hubo preguntas sobre transporte de sustancias peligrosas por Neuralink.