Los países nórdicos de la OTAN, Finlandia, Noruega, Polonia y los Estados bálticos, planean desarrollar un «muro de drones» para ayudar a proteger sus fronteras con Rusia. Esto se debe a una serie de provocaciones por parte de esta última: organización de flujos migratorios e intento de modificar las fronteras marítimas. Los gobiernos no han facilitado información sobre cómo funcionará el «muro».
Los ministros de los seis países dijeron que habían discutido la creación de un sistema coordinado de drones a lo largo de sus fronteras con Rusia para prevenir nuevas provocaciones y ayudar en la defensa. La ministra finlandesa del Interior, Mari Rantanen, afirmó que el plan de muro de drones cubrirá 1.340 km de la frontera con Rusia y mejorará con el tiempo. La ministra lituana del Interior, Agne Bilotaite, afirma que cada país debe hacer sus «deberes» y sugiere utilizar también fondos de la UE.
Anteriormente, Rusia publicó propuestas para ampliar unilateralmente sus fronteras marítimas con Lituania y Finlandia, pero el plan fue retirado más tarde. Un día después, los guardias fronterizos rusos retiraron 25 boyas que marcaban la frontera en aguas estonias, lo que desató la indignación y los informes de apoyo a Tallin por parte de la OTAN y varios Estados.
Muchos países de la OTAN creen que Rusia puede «poner a prueba» las fronteras de la OTAN en los próximos años, mientras que los servicios de inteligencia han detectado varias operaciones de sabotaje en su territorio. La guerra de Rusia contra Ucrania ha puesto de relieve la importancia de los drones, ya que ambos bandos han hecho un amplio uso de ellos. Varios países de la OTAN han respondido creando o reforzando sus unidades antidrones.
Los seis países de la OTAN también debatieron planes para evacuar a gran parte de su población en caso de conflicto. Funcionarios finlandeses expresaron su sorpresa por el hecho de que Ucrania mantuviera a su población civil en la línea del frente o cerca de ella, afirmando que los planes de defensa de su país prevén la evacuación de las poblaciones fronterizas.
Fuente: Financial Times