La primera nave espacial comercial de Boeing, la Starliner, permanece en la Estación Espacial Internacional sin fecha de regreso confirmada. Boeing está llevando a cabo un control de daños.
Los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams voló en una nave espacial Boeing Starliner el 5 de junio tras una serie de retrasos técnicos. Debían permanecer en el espacio entre 8 y 10 días. Sin embargo, 12 días después de la llegada de la tripulación, Boeing aplazó el regreso de la nave hasta el 26 de junio.
El viernes se anunció otro retraso. La compañía dijo que necesitaba tiempo adicional para programar dos paseos espaciales y evaluar los problemas a bordo después de cinco fugas de helio. Boeing dice que los retrasos no se consideran un error: «Se trata de un vuelo de prueba. La misión sigue en marcha y va bien». Un portavoz de la compañía dijo que ha ampliado la misión para recoger más datos sobre las fugas de helio.
Los sistemas de helio y los motores se encuentran en el módulo de servicio de la nave espacial, que se expulsa y se quema en la atmósfera durante el aterrizaje, lo que impide el análisis de fallos en la Tierra. Las fugas ya han sido reparadas y no suponen un riesgo para el regreso de los astronautas, y cuatro de los cinco motores de la nave funcionan con normalidad.
Boeing afirma que se determinará una nueva fecha de regreso tras la segunda caminata espacial, el 2 de julio. No es necesario que la tripulación abandone la estación de inmediato: hay abundantes suministros en órbita, y el calendario de la estación está relativamente abierto hasta mediados de agosto.
Fuente: Busines Insider
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