El próximo intento de lanzamiento podría programarse para el viernes, pero los retrasos se han convertido en algo habitual en la misión debido a los continuos problemas en el desarrollo de la nave espacial.
La NASA ha pospuesto el lanzamiento del Starliner, la primera nave tripulada de Boeing que llegará a la ISS. Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams ya se encontraban en el interior cuando se tomó la decisión de cancelar el vuelo debido a supuestos problemas con una válvula de control de la presión.
La válvula en cuestión se encuentra en el depósito de combustible de la segunda etapa del cohete Atlas V. Según el director general del fabricante de cohetes United Launch Alliance, a veces las válvulas pueden estar en una posición en la que empiezan a «zumbar», abriéndose y cerrándose rápidamente — los ingenieros tienen que aclarar hasta qué punto es peligroso este problema y si es necesario sustituir la válvula, por lo que el cohete se hará retroceder desde la plataforma de lanzamiento.
«Cancelado el intento de lanzamiento de hoy», — escribió en Twitter el jefe de la NASA, Bill Nelson. «Como he dicho antes, la primera prioridad de la NASA es la seguridad. Lanzaremos cuando estemos preparados».
El objetivo de Boeing es convertirse en la segunda empresa privada en transportar tripulaciones desde y hacia la ISS, junto con SpaceX. La empresa de Elon Musk llegó por primera vez a la estación en 2020 con su cápsula Dragon, poniendo fin a casi una década de dependencia estadounidense de los cohetes espaciales rusos.
Inicialmente, el primer vuelo de prueba del Starliner sin tripulación estaba previsto para 2015, pero finalmente se pospuso durante 4 años. Finalmente, cuando se produjo el lanzamiento, fallos en el software hicieron que los motores se reiniciaran — la nave consumió demasiado combustible, por lo que nunca llegó a la ISS. El segundo intento, originalmente programado para agosto de 2021 pero lanzado recién en mayo de 2022, fue en general un éxito — aunque hubo algunas dudas sobre el rendimiento de ciertos motores y el sistema de refrigeración del Starliner.
Finalmente, cuando el Atlas V con el Starliner tripulado alcance la órbita, la nave espacial encenderá sus propios motores y debería llegar a la estación espacial en 24 horas. Los astronautas pasarán allí alrededor de una semana, mientras la nave permanece acoplada a la ISS. Después, volverán a casa a bordo de un Starliner, que se espera que caiga en paracaídas en uno de varios lugares designados del suroeste de Estados Unidos.