La startup Space One esperaba convertirse en la primera empresa privada de Japón en poner un satélite en órbita. Sin embargo, su intento terminado con una ardiente explosión pocos segundos después de la salida.
El cohete Kairos se lanzó desde el puerto espacial de Kii, en Wakayama, prefectura situada al sur de Osaka. El consejero delegado de Space One, Mamoru Endo, declaró a la prensa en una conferencia que el sistema automatizado del cohete detectó la anomalía cinco segundos después del despegue y activó una función de autodestrucción. La empresa aún no ha averiguado cuál fue la anomalía e investigará el incidente para obtener respuestas.
Kairos transportaba una carga útil para el Centro de Reconocimiento de Satélites, que recoge y analiza información de imágenes de satélite para el gobierno japonés. El satélite pretendía ser una alternativa a un satélite japonés ya existente que vigila las instalaciones militares de Corea del Norte y los lanzamientos de misiles en ese país, transmite Engadget.
Space One, respaldada por Canon y el fabricante aeroespacial IHI, espera ofrecer servicios de lanzamiento de satélites con cohetes pequeños, que, según afirma, ofrecen más flexibilidad de programación que los cohetes grandes. La empresa también aspira a ofrecer «el menor tiempo de contrato de lanzamiento del mundo y el programa de lanzamiento más frecuente» minimizando el coste de poner satélites en órbita.