En febrero, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) realizó despidos inesperados que afectaron especialmente a la división de seguridad de los vehículos autónomos. Entre los despedidos hay muchos expertos responsables de evaluar los riesgos asociados a los coches autónomos, entre ellos Tesla. Los despidos formaban parte de una iniciativa a gran escala del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), vinculado a Elon Musk, que «casualmente» dirige Tesla.
Los empleados de la NHTSA se enteraron de su despido por un correo electrónico enviado el día de San Valentín. Aproximadamente el 4% de los 800 empleados de la agencia, incluidos empleados a los que se había prometido un aumento y empleados recién contratados, fueron despedidos. En total, más de 20.000 empleados federales de distintos organismos han perdido su empleo, lo que ha desatado la indignación por posibles conflictos de intereses.
Se prestó especial atención al hecho de que la NHTSA ha criticado duramente a Tesla durante muchos años. En la actualidad, la agencia tiene 8 investigaciones activas contra la empresa, la mayoría de ellas relacionadas con sus sistemas Autopilot y Full Self-Driving (FSD). Estas investigaciones son el resultado de más de 10.000 informes y quejas del público.
Los despidos masivos han reducido drásticamente la moral dentro de la NHTSA. Anteriormente, la agencia inició decenas de retiradas de coches Tesla y retrasó la introducción del software de conducción autónoma y asistencia al conductor. Las fuentes afirman que el motivo de los despidos fue supuestamente «rendimiento insatisfactorio», pero los empleados dudan de la sinceridad de tales explicaciones. Según fuentes bien informadas, el personal que trabaja en la seguridad de la automatización de vehículos se ha visto afectado de forma desproporcionada.
«Hay un claro conflicto de intereses en permitir que alguien con intereses empresariales influya en los nombramientos y políticas de la agencia que los regula», dijo un ex alto funcionario de la NHTSA que no estaba entre los despedidos por DOGE.
El personal restante de la agencia observa ahora con cautela la experiencia de otros reguladores federales que han supervisado las empresas de Musk.
«Musk atacó a la Administración Federal de Aviación y a la Comisión Federal de Comunicaciones para beneficiar a SpaceX», dijo otro ex alto funcionario regulador. «¿Por qué iba a querer prescindir de la NHTSA?
Musk ha tenido repetidos conflictos con las autoridades federales y estatales. El año pasado pidió la dimisión del jefe de la FAA y criticó duramente a la FCC por cancelar un acuerdo de 2022 con su empresa para suministrar comunicaciones por satélite a Starlink con el fin de proporcionar acceso rural de banda ancha.
La NHTSA afirmó que la seguridad sigue siendo su máxima prioridad y que la agencia continuará aplicando la ley contra cualquier fabricante de automóviles de acuerdo con sus reglamentos e investigaciones.
«Las investigaciones de la agencia han sido y seguirán siendo independientes», añadieron.
Al mismo tiempo, el posible debilitamiento de los controles de seguridad, en particular — la notificación de accidentes, es preocupante. Estos datos fueron la base de una retirada a gran escala de 2 millones de Teslas en 2023 por problemas con el piloto automático. Sin un mecanismo claro de recopilación y análisis de incidentes, han señalado antiguos empleados de la NHTSA, existe un riesgo creciente de ocultar defectos peligrosos.
En el contexto de los ambiciosos planes de Musk de lanzar Robotaxi en Austin durante el verano y la producción Cybercab el año que viene, los recortes en la división de vehículos autónomos parecen muy controvertidos. Para poner en marcha estos planes, Tesla necesita un permiso especial de la NHTSA para operar vehículos sin volante ni pedales, así como la aprobación del programa AV STEP. Por lo tanto, la decisión del DOGE es vista por algunos analistas como una forma de «hacer la vida más fácil» a la empresa de Musk.
Anteriormente se informóque los ingenieros de SpaceX han sustituido a los especialistas despedidos de la FAA — la agencia que concede el permiso para lanzar cohetes a la compañía espacial de Musk.
Fuente: arstechnica