Los astronautas estadounidenses de la Estación Espacial Internacional recibieron la orden de ponerse a cubierto durante aproximadamente una hora después de que un satélite ruso se desplomara en las inmediaciones. La NASA informa de que el jueves por la noche, la tripulación estadounidense se refugió en su nave espacial debido a la desintegración del satélite. La instrucción de la NASA de ponerse a cubierto fue una medida de precaución. Una hora más tarde, se permitió a las tripulaciones reanudar sus actividades normales.
El Comando Espacial de EE.UU. dijo que el satélite colapsado era el Resurs-P1, de propiedad rusa, que fue dado de baja en 2021. El colapso del satélite el miércoles alrededor de las 16:00 UTC creó «más de 100 piezas de escombros rastreables». LeoLabs estima que Resurs-P1 pesaba unas 6 toneladas y se encontraba en una órbita casi circular cuando se rompió.
«USSPACECOM no ha identificado ninguna amenaza inmediata y continúa realizando evaluaciones periódicas para mantener la seguridad y la resistencia del dominio espacial», — dijo el comando en un comunicado.
LeoLabs, una empresa que rastrea los movimientos espaciales, escribió que está rastreando más de 180 fragmentos que quedaron a la deriva en órbita tras la ruptura.
«Esperamos que esta cifra aumente en los próximos días. Estamos analizando activamente la nube de escombros para caracterizarla, identificar posibles causas y evaluar el impacto».
El satélite ruso era una herramienta de vigilancia que captaba imágenes de alta resolución que le permitían distinguir objetos en la Tierra a una distancia de aproximadamente 1 metro entre sí.
En enero de 2022, la agencia espacial «Roskosmos» anunció que el satélite llevaba inactivo desde finales de 2021 debido al fallo de sus equipos de a bordo, después de haber estado funcionando 3,5 años más de lo previsto. La desintegración de satélites en órbita terrestre baja a menudo puede suponer un peligro para otros satélites, naves espaciales o estaciones espaciales debido a los desechos.
En ocasiones, los desechos pueden permanecer en órbita cercana durante décadas antes de que la gravedad de la Tierra los arrastre hacia la atmósfera y los queme. Las agencias espaciales trabajan para reducir la cantidad de basura espacial en órbita terrestre baja, ya que cada vez se retiran más satélites y sus restos aumentan el riesgo de accidentes de naves espaciales.
La forma preferida de deshacerse de un satélite fuera de servicio suele ser enviarlo más lejos de la Tierra, lo que reduce los riesgos para las actividades espaciales cerca del planeta. Otra forma es dejar que el satélite se queme en la atmósfera.
Fuente: Business Insider
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