Varios expertos creen que la misteriosa nave espacial reutilizable Shenlong de China puede esconder una amenaza.
Algunas de las recientes maniobras de la nave espacial no tripulada Shenlong indican su posible uso antisatélite. Lo más probable es que la nave pueda utilizarse para manipular o devolver satélites. En junio, durante su tercera misión, esta nave disparó un objeto que se alejó varios kilómetros y luego regresó a una distancia de varios cientos de metros.
«Obviamente, tiene aplicaciones militares, como, por ejemplo, la inspección de cerca de objetivos enemigos o su inutilización. Pero también tiene aplicaciones no militares. Adquirir experiencia con este tipo de captura y liberación es bueno si quieres, por ejemplo, … repostar tus propios satélites»», afirma Marco Langbroek, profesor de conocimiento óptico de la situación espacial en la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos).
La propia nave espacial secreta de Estados Unidos, la X-37B, fabricada por Boeing, ha despegado hasta ahora siete veces y también ha realizado experimentos similares. Según Victoria Samson, directora jefe de seguridad espacial de la Fundación Mundo Seguro, un think tank con sede en Washington, las similitudes no pasan desapercibidas, pero se muestra muy cauta a la hora de sacar conclusiones.
«Para ser honesto, no creo que ninguno de los dos tenga mucha utilidad militar. Supongo que ambos demuestran» tecnología.
Sin embargo, el ejército estadounidense vigila de cerca a Shenlong.
«Suponemos que cualquier actividad espacial que realice China tiene un doble uso de seguridad. Siempre nos interesa entender cuáles pueden ser esos usos duales, e intentamos asegurarnos de que lo sabemos bien», afirma el general Steven Whiting, jefe del Mando Espacial estadounidense.
Funcionarios indios, que hablaron bajo condición de anonimato, se hicieron eco de estas preocupaciones estadounidenses.
«La nave espacial en cuestión es ciertamente alarmante. Estas cosas siempre pueden tener un doble propósito».
Fuente: Reuters