Los agujeros negros — no son sólo «aspiradoras espaciales», como algunos piensan. De hecho, su impacto en el sistema solar depende de muchos factores. Carina Voggel, investigadora del Centro de Datos Astronómicos de Estrasburgo, explica que los agujeros negros — son sólo masa muy comprimida, no una fuerza destructiva.
Si un agujero negro entrara en nuestro sistema, el principal impacto sería gravitatorio. Robert McNeese, físico de la Universidad Loyola de Chicago, señala que los agujeros negros que conocemos son mucho más masivos que el Sol. Se dividen en estelares — de varias a 100 masas solares, y supermasivos — millones o miles de millones de masas solares.
También existen hipotéticos agujeros negros microscópicos que podrían crearse en aceleradores de partículas. Según Voggel, tales objetos se evaporarían en menos de un segundo sin causar ningún daño.
Algunos astrónomos sugieren que el hipotético Noveno Planeta podría ser el agujero negro original. Sin embargo, su influencia en las órbitas de los planetas es insignificante.
El paso de un agujero negro masivo a través del sistema solar podría ser catastrófico. A una distancia de 100 UA, modificaría las órbitas de Urano, Neptuno y Plutón Al acercarse a la Tierra, un agujero negro podría provocar cambios climáticos o incluso destruir la vida en el planeta.
Sin embargo, la probabilidad de que se produzca es extremadamente baja. McNeese lo compara con el riesgo de colisionar con un asteroide — estos últimos son más numerosos, por lo que las probabilidades de un encuentro son mayores. Los agujeros negros, en cambio, son objetos raros en el Universo.
Un agujero negro es un objeto cósmico con un campo gravitatorio extremadamente potente que impide incluso a la luz escapar de sus límites. Estas misteriosas formaciones reciben su nombre del hecho de que no emiten luz y tienen un aspecto negro como el carbón sobre el fondo del espacio. El término «agujero negro» fue introducido en el uso científico por el físico estadounidense John Archibald Wheeler a finales de 1967.
El proceso de formación de un agujero negro suele comenzar cuando una estrella con una masa al menos 20-25 veces superior a la del Sol agota su combustible nuclear. Sin la presión interna necesaria para contrarrestar la gravedad, la estrella colapsa, formando un objeto tan denso que ni siquiera los átomos pueden resistir la enorme presión. Este proceso conduce a la formación de una singularidad — un punto con una densidad de materia extremadamente alta rodeado por un horizonte de sucesos más allá del cual el tiempo y el espacio se distorsionan hasta hacerse irreconocibles.
Fuente: Livescience, Wikipedia