El 24 de septiembre de 2023, la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA entregó a la Tierra una cápsula de regolito de carbono, recogido del asteroide cercano a la Tierra Bennu. Las muestras se obtuvieron después de que la sonda realizara un viaje de siete años a través del sistema solar.
«La muestra que devolvimos es la mayor reserva de material de asteroide inalterado en la Tierra en este momento», — escribió Dante Lauretta, uno de los autores principales del artículo e investigador principal de OSIRIS-REx de la Universidad de Arizona.
Las primeras investigaciones han demostrado que Las muestras de OSIRIS-REx muestran indicios de carbono y agua. También encontraron inesperadamente fosfato de magnesio y de sodio. Se trata de un compuesto iónico formado por el catión magnesio (Mg2+), el catión sodio (Na⁺) y el anión fosfato (PO43-).
En la Tierra, el fosfato de magnesio y sodio puede encontrarse en algunos minerales y formaciones geológicas. Su presencia en Bennu sorprendió al equipo de investigación, ya que la sustancia no se veía en los datos de teledetección de OSIRIS-REx antes de que comenzara la recogida de muestras. El equipo afirma que su presencia «sugiere que el asteroide podría haberse desprendido de un diminuto mundo oceánico primitivo» desaparecido hace mucho tiempo.
«La presencia y el estado de los fosfatos, así como de otros elementos y compuestos en Bennu, indican un pasado acuoso del asteroide. Bennu podría haber formado parte en su día de un mundo más húmedo. Aunque esta hipótesis necesita más investigación,» dijo Lauretta.
OSIRIS-REx adquirió una muestra del regolito de Bennu el 20 de octubre de 2020 utilizando el Mecanismo de Ensamblaje de Muestras Touch-and-Go (TAGSAM), que consiste en un cabezal especial de muestreo montado sobre un brazo articulado. Bennu es un pequeño asteroide de tipo B, que es un asteroide carbonáceo relativamente raro.
«[Bennu] fue elegido como objetivo de la misión en parte porque las observaciones telescópicas indicaban una composición primitiva, carbonácea y minerales» portadores de agua, — dice la publicación del estudio.
Un análisis más detallado de las muestras mostró que el componente predominante de la muestra de regolito son filosilicatos portadores de magnesio, principalmente serpentinitas y esmectitas — tipos de rocas que se encuentran comúnmente en las dorsales oceánicas medias de la Tierra. La comparación de estas serpentinitas con sus homólogas terrestres ofrece una posible visión del pasado geológico de Bennu. Al mismo tiempo, los materiales de la superficie del asteroide aún contienen algunas de las características originales del disco protoplanetario a partir del cual se formaron los planetas del Sistema Solar. El estudio también confirmó que Bennu es rico en carbono, nitrógeno y algunos compuestos orgánicos — todos los cuales, excepto el fosfato de magnesio, son componentes importantes para la vida en la Tierra.
El 26 de junio se publicó un artículo sobre estos resultados en la revista Meteoritics & Planetary Science.
Fuente: Space.com
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