A finales de noviembre, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) oficialmente terminó su larga colaboración con científicos e ingenieros rusos, y cerró el acceso al Gran Colisionador de Hadrones
De hecho, la implementación de estas intenciones en la realidad ha estado en proceso desde el inicio de la gran guerra: en marzo de 2022, el consejo del CERN condenó la invasión de Rusia a Ucrania, así como prohibió iniciar nuevos proyectos con institutos rusos y congeló los antiguos.
Desde el 30 de noviembre, de acuerdo con la resolución del CERN, la colaboración con Rusia se detiene definitivamente, ya que este día coincide con la fecha de finalización del Acuerdo vigente de Cooperación Internacional (como fue con Bielorrusia en junio de 2024). Esto significa que aproximadamente 400-500 rusos ya no podrán colaborar con el CERN (anteriormente, para continuar la colaboración con el centro de investigación, alrededor de 100 investigadores rusos cambiaron sus lugares de trabajo).
Al mismo tiempo, algunos investigadores están «preocupados» por esta decisión, señalando que con la exclusión de Rusia «mucho know-how será perdido». Sin embargo, se espera principalmente la pérdida de algunas inversiones financieras y materiales: el país ocupante proporcionaba al CERN alrededor de 2,7 millones de francos suizos por año (aproximadamente el 4,5% de los gastos corrientes en los experimentos realizados en el Gran Colisionador de Hadrones), así como piezas de repuesto propias.
Actualmente, el CERN cuenta con 24 países miembros, 10 estados asociados miembros, dos estados y dos organizaciones multilaterales con estatus de observadores, además de tener acuerdos de cooperación con 48 países. En el propio CERN trabajan alrededor de 2500 empleados permanentes, y miles de personas de 110 países realizan investigaciones en la organización (en total, aproximadamente 14,000 científicos en institutos de investigación en todo el mundo son parte de la red internacional).
En el futuro, la Organización Europea para la Investigación Nuclear planea construir un nuevo acelerador circular de 91 kilómetros con un costo estimado de 10-20 mil millones de euros, es decir, al menos tres veces más caro que el actual.
También vale la pena mencionar que el CERN no corta todos los lazos con Rusia: seguirá vigente el acuerdo de la organización europea de cooperación con el Instituto Unido de Investigaciones Nucleares en Dubna, que está financiado en más del 80% por el estado ruso.