Los modelos lingüísticos de IA, como ChatGPT de OpenAI, funcionan en parte gracias a trabajadores mal pagados. Contratistas de países pobres pagan pequeñas cantidades de dinero por corregir datos de chatbot, etiquetar imágenes, etc. El 22 de mayo, 97 trabajadores africanos que entrenan inteligencia artificial o moderan contenidos para empresas como Meta y OpenAI publicaron una carta abierta al presidente Biden exigiendo el fin del «abuso y explotación sistemáticos de los trabajadores africanos» por parte de las empresas tecnológicas estadounidenses.
El trabajo incluye revisar contenidos en plataformas como Facebook, TikTok e Instagram, así como etiquetar imágenes y entrenar respuestas de chatbot para empresas como OpenAI. Los trabajadores están afiliados al African Content Moderators Union, el primer sindicato de moderadores de contenidos del continente, y un grupo fundado por trabajadores despedidos que anteriormente entrenaban modelos de inteligencia artificial para empresas como Scale AI, que vende paquetes de datos y servicios de etiquetado de datos a clientes como OpenAI, Meta y el ejército estadounidense. La carta se publicado en el sitio web del grupo activista británico Foxgloveque promueve los sindicatos técnicos y la tecnología justa.
En la carta se afirma que, en marzo, Scale AI prohibió repentinamente a personas de Kenia, Nigeria y Pakistán trabajar en Remotasks, la plataforma de trabajo por contrato de Scale AI. En la carta se afirma que estos trabajadores fueron despedidos sin previo aviso y que se les adeudan importantes cantidades de salarios impagados.
«Cuando cerraron Remotasks, nos quitaron el sustento, la comida de nuestras cocinas. Pero Scale AI, la gran empresa que gestionaba la plataforma, sigue saliéndose con la suya porque tiene su sede en San Francisco», afirma Joan Kinyua, antiguo empleado de Remotasks.
Aunque la administración Biden ha descrito a menudo su enfoque de la política laboral como centrado en el trabajador, la carta de los trabajadores africanos argumenta que esto no se aplica a ellos: «se nos trata como desechables».
«Usted tiene el poder de poner fin a nuestra explotación por parte de las empresas estadounidenses, limpiar este trabajo y garantizar que tengamos dignidad y condiciones laborales justas. Usted puede asegurarse de que haya buenos empleos también para los kenianos, no sólo para los estadounidenses», — reza la carta.
En los últimos años, los contratistas tecnológicos de Kenia han presentado numerosas demandas alegando que las empresas de subcontratación tecnológica y sus clientes estadounidenses, como Meta, han tratado a los trabajadores de forma ilegal. En la carta dirigida a Biden se le pide que se asegure de que las empresas tecnológicas estadounidenses trabajan con trabajadores extranjeros respetando la legislación local y no recurren a prácticas antisindicales. También sugiere que las empresas tecnológicas rindan cuentas ante los tribunales estadounidenses por sus operaciones ilegales, incluidas las violaciones de los derechos humanos y laborales.
La carta llega poco más de un año después de que 150 trabajadores constituyeran el Sindicato Africano de Moderadores de Contenidos. Según los trabajadores, Meta despidió inmediatamente después a casi todos sus 300 moderadores en Kenia y destruyó de hecho el sindicato recién formado. La empresa ha recibido ahora tres demandas de más de 180 trabajadores kenianos que exigen condiciones de trabajo más humanas, libertad para formar organizaciones y el pago de los salarios pendientes.
Fuente: Wired