Un grupo de investigadores ha registrado por primera vez la presencia de una enorme cueva en la Luna. Con una profundidad de al menos 100 metros, podría ser un lugar ideal para crear una base permanente de la humanidad en el satélite de la Tierra.
Lorenzo Bruzzone y Leonardo Carrer, científicos de la Universidad de Trento (Italia), descubrieron la cueva gracias a un radar que investigaba un agujero en la llanura rocosa del Mar de la Tranquilidad
El Mar de la Tranquilidad (en latín: Mare Tranquillitatis) es una gran llanura lunar situada en la cara cercana de la Luna. Es uno de los muchos mares lunares, que en realidad son grandes cuencas llenas de lava basáltica. Este lugar, claramente visible desde la Tierra, también es conocido como el lugar de aterrizaje de «Apolo 11»«Apolo 11» — es la misión espacial que aterrizó humanos en la Luna por primera vez en la historia de la humanidad. La misión formaba parte del programa espacial estadounidense «Apolo» y fue llevada a cabo por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA). en 1969.
La cueva tiene una «ventana» en la superficie lunar que conduce a paredes verticales y salientes, así como un suelo inclinado que puede extenderse más debajo de la superficie. Se formó hace millones o miles de millones de años cuando la lava fluyó por la Luna, creando un túnel en la roca.
Helen Sharman, la primera astronauta británica, apreció el potencial de la cueva recién descubierta: «Esta cueva parece un gran lugar para una base. La gente podría vivir potencialmente en cuevas lunares en 20-30 años». Sin embargo, añadió una advertencia: «Esta cueva en particular es tan profunda que los astronautas podrían tener que descender por cuerda y utilizar mochilas propulsoras o un ascensor para salir».
Francesco Sauro, coordinador del grupo temático «Cuevas planetarias» de la Agencia Espacial Europea, destacó la importancia del descubrimiento: «Disponemos de imágenes de muy alta calidad de la superficie — con una resolución de hasta 25 cm. Podemos ver los lugares de aterrizaje del Apolo, pero no sabemos nada de lo que hay bajo la superficie. Aquí hay enormes oportunidades de descubrimiento».
Los científicos subrayan que la cueva no sólo puede convertirse en un hogar para las personas, sino también ayudar a responder preguntas fundamentales sobre la historia de la Luna y de nuestro sistema solar. Las rocas del interior de la cueva no se han visto tan afectadas por el clima espacial, por lo que pueden proporcionar un registro geológico detallado que abarque miles de millones de años.
«Después de todo, la vida en la Tierra comenzó en cuevas, así que tiene sentido que la gente pudiera vivir en ellas en la Luna,» dijo el profesor Carrer.
Resultados de la investigación publicado en la revista científica Nature Astronomy.
Fuente: BBC
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