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Científicos austriacos del Instituto de Geodesia de la Universidad Tecnológica de Graz utilizaron señales de satélite Starlink para la vigilancia del cambio climático.
El nuevo enfoque consiste en utilizar señales ocultas de satélites para vigilar el cambio climático en la Tierra en tiempo real. Los científicos utilizaron el efecto Doppler
Fiable datos por satélite es una de las fuentes más valiosas en la investigación sobre el cambio climático. Cuantas más fuentes de información estén a disposición de los investigadores, más precisas serán las conclusiones que puedan extraer.
Hasta hace poco, los científicos creían que La omisión es que miles de satélites Los satélites que orbitan la Tierra no permiten utilizar sus propias señales para posicionar y vigilar el cambio climático en el planeta Sin embargo, en el marco del proyecto FFG Estimation, científicos austriacos han encontrado una forma de utilizar estas señales.
Combinándolas con información procedente de satélites de investigación de la navegación, los científicos pretenden mejorar los mecanismos de vigilancia de los cambios medioambientales.
La observación de la Tierra por satélite se basa en la detección de cambios en el nivel del mar, las aguas subterráneas y otros factores medioambientales. Afectan al campo gravitatorio de la Tierra, modificando ligeramente las trayectorias de los satélites
Analizando estos cambios orbitales de los satélites, los científicos pueden obtener valiosa información sobre nuestro planeta.
«La creciente disponibilidad de Internet por satélite significa que tenemos a nuestra disposición un enorme número de señales de comunicación, que superan con creces a las señales de los satélites de navegación en cuanto a cantidad y potencia Si ahora podemos utilizar estas señales para nuestras mediciones, no sólo tendremos una mayor disponibilidad de señales, sino también una resolución temporal mucho mejor gracias al gran número de satélites. Esto también nos permite observar cambios a corto plazo Esto significa que, además de determinar la posición y los cambios en el campo gravitatorio de la Tierra, que son importantes para la investigación del clima, también se pueden seguir en tiempo real fenómenos meteorológicos como lluvias torrenciales o cambios en el nivel del mar», — explica Philippe Berglez, del Instituto de Geodesia.
Uno de los principales retos durante el proyecto fue que los operadores de satélites, entre ellos Starlink, OneWeb y Amazon Kuiper, no facilitaron ninguna información sobre la estructura de las señales de los satélites. Además, estas señales cambian constantemente.
Los científicos tampoco disponen de datos precisos sobre la posición orbital y la distancia de estos satélites, lo que puede dar lugar a errores e imprecisiones en los cálculos.
Sin embargo, al analizar las señales de los satélites Starlink, encontraron sonidos adicionales en las señales y utilizaron el efecto Doppler para identificar el desplazamiento de frecuencia de estos tonos constantes a medida que los satélites se acercaban y alejaban del receptor.
Esto permitió a los científicos determinar la ubicación del satélite con una precisión de 54 metros, aunque esto aún no satisface plenamente las condiciones para las aplicaciones geodésicas. Hasta ahora, la investigación sólo había utilizado una antena fija de satélite para probar y verificar el principio clave de medición.
Ahora, los investigadores se centran en mejorar la precisión de la medición de la señal hasta varios metros. Esto será posible gracias a Antenas que pueden seguir satélites o recibir señales desde distintas direcciones.
Además, los investigadores insisten en que las mediciones deben realizarse en varios lugares simultáneamente para mejorar la precisión y reducir los errores.
Con más datos de medición, los investigadores pueden calcular datos orbitales más precisos, lo que a su vez hace más exacto el posicionamiento y el cálculo del campo gravitatorio terrestre El Grupo de Trabajo de Navegación también quiere desarrollar nuevas técnicas de procesamiento de señales que filtren datos de medición más precisos a partir de señales que hasta ahora han sido bastante inusuales para las aplicaciones geodésicas.
«Ahora se trata de mejorar la precisión. Cuando lo consigamos, podremos comprender con mayor precisión aún los cambios que está experimentando nuestro mundo. Para que quede claro: analizamos las señales de comunicación, pero no podemos ni queremos conocer su contenido. Sólo las utilizamos para el posicionamiento y la observación de órbitas para determinar el campo gravitatorio de la Tierra», — subraya Philippe Berglais.
Fuente: SciTechDaily