La empresa de ingeniería neozelandesa Beca ha desarrollado el robot de seis ruedas PIPE-i para inspeccionar sistemas de alcantarillado peligrosos y sustituir a las personas en entornos de riesgo.
El desarrollo de PIPE-i llevó un año — de junio de 2022 a junio de 2023. El proyecto comenzó cuando los ingenieros estructurales de Beca recibieron el encargo de inspeccionar una alcantarilla gravemente dañada bajo una autopista con mucho tráfico. Al no encontrar ninguna solución comercial adecuada, decidieron crear su propio robot.
El cuerpo del prototipo se imprimió en una impresora 3D a partir de policarbonato y fibra de carbono. El robot está equipado con seis ruedas suspendidas por separado, cuatro paneles LED de 850 lúmenes, una cámara frontal giratoria, un lidar y un escáner 3D Leica BLK360. El escáner se guarda en la parte trasera del aparato bajo una tapa y puede extraerse para utilizarlo cuando sea necesario.
Actualmente, PIPE-i se controla a distancia en tiempo real mediante una cámara en directo. Sin embargo, el robot ya es capaz de realizar algunas funciones de forma autónoma, como determinar la distancia a los objetos. Está previsto que la futura versión comercial utilice algoritmos de inteligencia artificial para aumentar la autonomía.
Los operarios pueden comprobar al instante el vídeo de PIPE-i para detectar problemas en los canalones. Además, pueden analizar el modelo 3D de la estructura creado por el escáner incorporado. Si es necesario, el robot puede equiparse adicionalmente con una cámara omnidireccional para vídeo de 360 grados.
Una ventaja importante de PIPE-i es su suspensión ajustable. Permite elevar el cuerpo para un escaneado óptimo o bajarlo para pasar por debajo de obstáculos.
Fuente: Newatlas