Algunas tecnologías de fabricación de baterías de iones de litio utilizan una clase de sustancias químicas denominadas PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas). Contribuyen a que las pilas sean menos propensas al fuego y aumentan su conductividad. Sin embargo, también plantean grandes riesgos para el medio ambiente y la salud.
El problema es que los PFAS se conocen como «sustancias químicas eternas» porque se acumulan rápidamente en el medio ambiente, los seres humanos y los animales y no se descomponen hasta pasados miles de años. Se han relacionado con una serie de problemas de salud, como daños hepáticos, colesterol alto, bajo peso al nacer e insuficiencia renal crónica.
Los científicos han encontrado altos niveles de PFAS en el aire, el agua, la nieve, el suelo y los sedimentos cerca de plantas que producen estas sustancias químicas en Estados Unidos, Bélgica y Francia. Sin embargo, según el estudio, se trata ya de un problema global, pues las baterías de iones de litio se utilizan en todo el mundo. La misma clase de PFAS se encontró recientemente en niveles bajos en el agua de Europa y China, pero no estaba claro el origen de la contaminación.
La clase específica de PFAS que encontró el equipo de investigación se denomina bis-perfluoroalquil sulfonamidas o bis-FASI. Los científicos analizaron más de una docena de baterías de iones de litio utilizadas en vehículos eléctricos y aparatos electrónicos de consumo, como ordenadores portátiles, y encontraron bis-FASI en diversas concentraciones.
Los investigadores afirman que el bis-FASI es comparable a «sustancias químicas más antiguas y notorias» como el PFOA (ácido carboxílico perfluorado), en parte porque es extremadamente difícil de descomponer. Al mismo tiempo, los estudios demuestran que estas sustancias químicas alteran el comportamiento de los organismos acuáticos a bajas concentraciones. La producción de PFOA en EE.UU. se ha eliminado progresivamente, pero la sustancia sigue contaminando el agua potable. Los científicos han detectado bis-FASI en partes por billón — muy por encima de los límites establecidos por la Agencia de Protección del Medio Ambiente para los PFAS en el agua potable.
Los bis-FASI pueden distribuirse de varias formas. Los datos sobre emisiones a la atmósfera indican que las sustancias químicas pueden llegar a zonas alejadas de los centros de producción. También pueden liberarse al medio ambiente desde los vertederos, donde acaban la mayoría de las baterías de iones de litio al final de su vida útil.
Según el estudio, sólo se recicla un 5% de las baterías de iones de litio, y en 2040 podría haber unos 8 millones de toneladas de residuos de baterías de iones de litio.
Fuente: businessinsider
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