
Recuperar la juventud es uno de los sueños más antiguos de la humanidad. Parece que una de las criaturas marinas es capaz de hacerlo, lo que recuerda a «La misteriosa historia de Benjamin Button».
Los animales y los humanos suelen nacer, envejecer y morir, pero algunas especies pueden salirse del ciclo vital tradicional, volviendo a versiones más jóvenes de sí mismas. Un estudio reciente, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ha descubierto una nueva criatura con un superpoder. El pez fundidor de costillas (crestado) Mnemiopsis leidyi demostró a los científicos un extraordinario «viaje en el tiempo».
«Este trabajo desafía nuestra comprensión del desarrollo animal y corporal temprano, abriendo nuevas vías para estudiar la plasticidad y el rejuvenecimiento del ciclo vital. El hecho de que hayamos encontrado una nueva especie que utiliza una máquina especial «para viajar en el tiempo» plantea preguntas fascinantes sobre lo extendida que está esta capacidad en todo el árbol de la vida animal»», escribe Joan J. Soto-Angel, estudiante de doctorado de la Universidad de Bergen y coautor del estudio.
El estudio se basa en un descubrimiento empírico accidental. Joan J. Soto-Angel comenzó su investigación después de que una larva de peine apareciera de repente en lugar de un animal adulto en el acuario de su laboratorio. Sin embargo, resultó que se trataba de la misma criatura. Los científicos intentaron recrear un escenario que pudiera desencadenar el desarrollo inverso y descubrieron que, en realidad, un animal adulto puede volver a la fase larvaria cuando se encuentra sometido a un estrés grave.
«Observar cómo se transformaban lentamente en una larva típica, como si retrocedieran en el tiempo, fue fascinante. No solo cambiaron sus rasgos morfológicos en el transcurso de varias semanas, sino que también tenían un comportamiento alimentario completamente distinto, típico de una» larva», explicó Soto-Angel.
Los peces costilla son animales antiguos. Algunos estudios demuestran que probablemente se encuentren entre los primeros animales que existieron. Por lo tanto, el desarrollo inverso puede ser una capacidad antigua.
«Este es un momento muy emocionante para nosotros. Este emocionante hallazgo abrirá la puerta a muchos descubrimientos importantes. Será interesante descubrir el mecanismo molecular que impulsa el desarrollo inverso y qué ocurre con la red nerviosa del animal durante este proceso», escribe Paul Burkhardt, investigador de la Universidad de Bergen que también es coautor del estudio.
Los investigadores sugieren que la plasticidad del ciclo vital, la capacidad de un organismo para cambiar aspectos de su biología cuando experimenta determinados estímulos ambientales, puede estar más extendida de lo que se pensaba. Los éxitos humanos en materia de rejuvenecimiento son modestos, por no decir nulos, pero la investigación con animales podría mejorar algún día este resultado.
Fuente: Gizmodo
Spelling error report
The following text will be sent to our editors: