La nave espacial japonesa Hayabusa2 entregó muestras del asteroide Ryugu a la Tierra allá por 2020 y, desde entonces, equipos de científicos de todo el mundo han estudiado minuciosamente su composición.
El estudio del año pasado afirmaba que las muestras de Ryugu contienen moléculas importantes para la vida — «más antiguas que el propio Sistema Solar» — mientras que uno de los análisis más recientes ha demostrado que es probable que algunos elementos se hayan originado directamente en la Tierra.
Ryugu — pertenece a la categoría más común de asteroides (asteroides de tipo C o asteroides carbonosos); de todos los asteroides que se encuentran en el Sistema Solar, el 75% son carbonosos. De hecho, son los restos que quedaron de la formación del Sistema Solar, por lo que resultan bastante interesantes para estudiar las moléculas que aparecieron hace casi 4.500 millones de años.
La muestra analizada en el último estudio forma parte de una roca mayor que pesa 5,2 gramos, y se descubrió que contiene «microorganismos filamentosos» muy similares a las bacterias procariotas de la Tierra.
Los científicos han debatido durante mucho tiempo si la vida en la Tierra se originó en nuestro planeta o si vino de «o» la Tierra. Análisis anteriores de meteoritos hallados en la Tierra han demostrado que algunas de estas rocas espaciales contienen las cinco bases nucleotídicas esenciales para la vida orgánica — pero seguía abierta la cuestión de si fueron «contaminadas» con estos elementos tras caer a la Tierra. La misión Hayabusa2 fue una de las primeras en intentar hallar la respuesta.
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Inicialmente, los científicos del Reino Unido, tras recibir la muestra de sus colegas japoneses, escanearon la piedra con rayos X y no encontraron signos de bacterias en su superficie. Sin embargo, tres semanas después, volvieron a intentarlo — trasladaron la muestra a resina y utilizaron un microscopio electrónico de barrido, viendo finalmente filamentos de materia orgánica en la superficie.
Las tasas de crecimiento, las formas y la repentina aparición de las bacterias eran muy similares a las encontradas en la Tierra — y de nuevo se planteó la cuestión de la contaminación postterrestre. Los hallazgos de este artículo, además de subrayar la importancia de seguir procedimientos estrictos de examen de muestras, también ponen de manifiesto la increíble adaptabilidad de las bacterias terrestres, que absorben rápidamente materia orgánica de cualquier parte, independientemente del planeta.
«La presencia de microorganismos en meteoritos se ha utilizado como prueba de vida extraterrestre, pero el potencial de contaminación terrestre hace que su interpretación sea muy controvertida», escriben los investigadores. «El descubrimiento pone de relieve que los bioorganismos terrestres pueden colonizar rápidamente especímenes extraterrestres, incluso si se toman medidas para controlar la contaminación».
El artículo se publicó en la revista Meteorics and Planetary Science
Fuente: livescience