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La Federación Internacional de Diabetes ha reconocido oficialmente el tipo 5 como una forma independiente de la enfermedad.
Bajo la denominación general «diabetes», los médicos comprenden al menos diez tipos diferentes de esta enfermedad. No es fácil separarlos unos de otros.
En concreto, la diabetes de tipo 1 se produce como consecuencia de una enfermedad autoinmune, cuando el sistema inmunitario ataca por error a las células productoras de insulina del páncreas. A diferencia de otros tipos, esta forma de diabetes está asociada a una predisposición genética y a factores desencadenantes como virus e infecciones. El tratamiento más común actualmente consiste en inyecciones de insulina de por vida para reducir los niveles de glucosa en sangre.
La diabetes de tipo 2 es el tipo más común de la enfermedad. Está asociada al sobrepeso, a la falta de actividad física o a una predisposición genética. Este tipo de enfermedad se produce debido a una producción insuficiente de insulina por parte del páncreas, o cuando las células se vuelven resistentes a la acción de esta hormona (resistencia a la insulina).
Los tratamientos habituales para este tipo de diabetes incluyen aumento de la producción de insulina en el organismoo tomando fármacos que aumentan la sensibilidad de las células a la insulina, como la metformina. Cambiar el estilo de vida también influye en el control de este tipo de diabetes. Diversos estudios han demostrado que seguir una dieta que limita la ingesta de alimentos a 800 calorías diarias durante un año ayudó al 46% de los participantes a librarse de la diabetes de tipo 2.
La diabetes gestacional puede desarrollarse en las mujeres durante el embarazo, normalmente entre las semanas 24 y 28. Está causada por cambios hormonales que reducen la sensibilidad del organismo a la insulina. Los factores de riesgo son el sobrepeso, la herencia o el nacimiento de un bebé grande durante un embarazo anterior.
Entre las formas más raras de diabetes se incluyen Diabetes neonatal, que se manifiesta a una edad temprana debido a ciertos cambios genéticos que afectan a la producción de insulina. La diabetes juvenil madura, o MODY, aparece más tarde en la vida y está asociada a cambios genéticos. Hay varios cambios genéticos, algunos de los cuales afectan a la forma en que las células pancreáticas perciben el azúcar, otros afectan al desarrollo del páncreas.
La diabetes de tipo 3c está causada por daños en el páncreas. También puede desarrollarse tras una pancreatitis (inflamación del páncreas).
Las personas con fibrosis quística también tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes. Es lo que se denomina diabetes relacionada con la fibrosis quística. El riesgo aumenta con la edad y es muy frecuente: aproximadamente un tercio de las personas con fibrosis quística desarrollarán diabetes antes de los 40 años.
Definida como diabetes de tipo 5, este tipo de enfermedad está asociada a la diabetes crónica malnutrición a una edad temprana. Es más frecuente en países muy pobres. Alrededor de 20-25 millones de personas en todo el mundo padecen esta forma de diabetes. Las personas con este tipo de diabetes tienen un índice de masa corporal muy bajo y su páncreas es incapaz de producir suficiente insulina. Debido a la falta de una nutrición adecuada en la infancia, es posible que el páncreas no se haya desarrollado con normalidad. Una dieta baja en proteínas durante el embarazo o la adolescencia conduce a un desarrollo pancreático deficiente.
Fuente: The Conversation; ScienceAlert