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Los ojos resultaron ser realmente el espejo del alma, — estudio de la memoria humana

Publicado por Oleksandr Fedotkin

Investigadores húngaros han descubierto que La conexión entre los ojos y la memoria.

Un nuevo estudio realizado por los investigadores Adam Albi, de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest, y Péter Pajkosi, de la Universidad de Szeged, revelan la conexión entre la memoria y el comportamiento ocular. Los investigadores pretendían averiguar si las pupilas pueden reflejar la calidad de la memoria. 

Para comprobarlo, pidieron a 28 participantes que aprendieran una lista de palabras raras en húngaro. Cada palabra se mostraba brevemente en la pantalla a lo largo del borde de un círculo invisible. A continuación, se mostraban a los participantes palabras antiguas y nuevas en el centro de la pantalla. Para cada palabra reconocible, tenían que indicar, mediante un control deslizante, el lugar exacto donde la habían visto por primera vez. Una cámara de infrarrojos vigiló los ojos de los participantes durante todo el tiempo. 

Cuando los participantes veían una palabra conocida, sus pupilas se dilataban moderadamente. Sin embargo, se dilataban más cuando uno de los participantes recordaba dónde había visto la palabra por primera vez en la pantalla.

«La dilatación de la pupila puede ser un marcador no invasivo de la calidad de la memoria en situaciones como la educación, la evaluación clínica o el testimonio ante un tribunal», — notas Mohamad El Hajj, neuropsicólogo de la Universidad de Nantes. 

Como subraya Adam Albi, actualmente no hay consenso sobre mecanismos cognitivos y neurobiológicos que controlan la respuesta de la pupila durante diversas formas de memoria. Según una teoría común, el punto azul — una pequeña zona del tronco encefálico responsable de regular la excitación y la atención – puede desempeñar un papel clave en este proceso. Se activa cuando una persona necesita concentrarse y provoca la dilatación de la pupila. 

En un estudio reciente, investigadores de La Universidad de Cornell estudió el cerebro y los ojos de ratones, obligando a los roedores a realizar tareas cotidianas y luego a descansar. Durante el sueño (los ratones suelen dormir con los ojos abiertos), sus pupilas cambiaban de tamaño en función del uso de distintos tipos de memoria. Cuando sus pupilas se contraían, el cerebro recurría a recuerdos frescos. Cuando se dilataban, acudían a la mente viejos recuerdos. 

El equipo descubrió que si rompían ciertos patrones ondas cerebrales — denominadas ondulaciones de onda aguda — durante la fase de constricción de la pupila, los ratones tuvieron posteriormente dificultades para recordar la información recién aprendida. Los resultados de este estudio sugieren que los ojosno sólo puede reflejar los recuerdos, sino también cómo se ordenan y almacenan silenciosamente durante el sueño. 

En el campo de la inteligencia artificial, los resultados de estos estudios pueden ayudar a resolver uno de los principales problemas cuando las redes neuronales registran nueva información sobre la anterior. Los sistemas de memoria del cerebro pueden separar y gestionar la información en tiempo real, y el tamaño de la pupila actúa como una lectura de lo que se está observando en ese momento. 

Los resultados del estudio se publicaron en Journal of Experimental Psychology

Fuente: ZMEScience