Передова технологія сканування виявить небезпечні дефекти в будівлях України
Los estonios utilizarán tecnología avanzada para reconstruir Ucrania.
La empresa estonia GScan se ha convertido en una de las pocas del mundo en desarrollar dispositivos portátiles de tomografía de muones. En Ucrania, la empresa tiene previsto utilizar esta tecnología para evaluar daños ocultos en edificios y puentes que podrían provocar una futura destrucción. La empresa ya ha probado con éxito el equipo en la instalación nuclear británica de Sellafield.
Los muones nacen de la colisión de protones de rayos cósmicos de alta energía con núcleos atómicos en la atmósfera terrestre. Estas partículas sólo existen durante 2 microsegundos, tras los cuales se desintegran en electrones y antineutrinos. Viajan a la velocidad de la luz y penetran cientos de metros en el interior de la Tierra. Cada segundo, aproximadamente 10.000 muones caen sobre cada metro cuadrado de la superficie terrestre.
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Ya en la década de 1940, los científicos propusieron utilizar detectores de muones para investigar grandes estructuras impermeables. En la década de 1970 tuvo lugar el primer experimento — la búsqueda de cámaras ocultas en una pirámide egipcia. La tecnología tardó 50 años en alcanzar el nivel de desarrollo adecuado.
«Ninguna otra tecnología puede ver actualmente el interior de un bloque de hormigón»», explica Andi Hektor, cofundador de GScan. Según él, los sistemas de rayos X más potentes solo pueden penetrar entre 10 y 20 centímetros, mientras que los detectores «de muones pueden ver» decenas de metros de profundidad.
El sistema funciona gracias a unos detectores especiales de fibra de plástico dispuestos en capas. El primer detector capta la trayectoria de los muones antes de que entren en la estructura, y el segundo, después de que salgan de ella. Analizando los cambios en la trayectoria de cientos de miles de partículas, el sistema crea un mapa detallado de la estructura interna del objeto.
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La tecnología puede detectar la corrosión de elementos metálicos, grietas invisibles y cavidades con líquido. A diferencia de los rayos X, los muones están presentes de forma natural en el medio ambiente y no dañan las células ni el ADN, por lo que los operadores no corren riesgo de desarrollar cáncer.
Para inspeccionar una estructura potencialmente peligrosa, como un puente dañado, los detectores escanean cada punto clave a lo largo de una semana. Una inspección completa de un puente de carretera medio lleva un mes y cuesta aproximadamente 125.000 dólares.
La empresa está en conversaciones con las autoridades ucranianas para probar la tecnología en el puente Paton de Kiev, una estructura de 70 años de antigüedad y 1.543 metros de longitud que ha sido motivo de preocupación desde antes de la guerra.
GScan lleva desarrollando la tecnología desde 2016. El año pasado, la empresa investigó con éxito reactores nucleares inactivos en el centro de entrenamiento de submarinos de Paldiski (Estonia). Mediante análisis de dispersión de muones, los investigadores buscaron acumulaciones de residuos radiactivos y evaluaron el estado de los reactores, enterrados bajo capas de hormigón desde la década de 1990.
Fuente: Space