
Microsoft ha actualizado su política, y ahora los despedidos ya no podrán reincorporarse a la empresa durante al menos dos años.
La empresa hizo constar la decisión en una carta interna enviada a los directivos por Amy Coleman, la nueva responsable de RRHH. Así, la política de gestión del rendimiento de la empresa estipula que los empleados que hayan sido despedidos por bajo rendimiento no serán bienvenidos de nuevo durante algún tiempo.
Las nuevas herramientas destinadas a los directivos deberían ayudarles a detectar más rápidamente los puntos débiles de sus equipos. En concreto, los directivos pueden utilizar un Plan de Mejora del Rendimiento (PIP) global. Si un empleado no cumple las expectativas, se le ofrece la oportunidad de rectificar la situación en un plazo determinado o abandonar Microsoft en virtud de un acuerdo de separación voluntaria (GVSA).
«Estas herramientas también te ayudarán a desarrollar una cultura de responsabilidad y crecimiento, lo que te permitirá abordar los problemas de rendimiento con claridad y compasión,» dice Amy Coleman en su carta.
Si un empleado es despedido tras un PIP infructuoso o abandona voluntariamente la empresa durante este procedimiento, estará sujeto a la nueva norma. En concreto, durante los dos años siguientes, esa persona no podrá volver a trabajar en Microsoft ni ser trasladada a otros departamentos internos.
No se trata de un caso aislado de endurecimiento del trato a los empleados ineficaces en el sector tecnológico. Meta ya ha aplicado una política similar: sus antiguos empleados pueden ser incluidos en «listas negras» y no pueden ser contratados de nuevo. Pero la situación allí es peor porque Los altos directivos de Meta tampoco entienden el plan. A principios de este año, Meta despidió a miles de personas precisamente por problemas de rendimiento.
Microsoft tampoco se quedó al margen, por ejemplo, en 2025, la empresa despidió sin indemnización a 2.000 empleados considerados de bajo rendimiento. Según fuentes internas, los directivos pasaron meses evaluando a empleados de todos los niveles — hasta ejecutivos incluidos — como parte de un nuevo enfoque de las revisiones de rendimiento.
Microsoft utiliza un sistema propio de evaluación del rendimiento en una escala de 0 a 200. «Empleados con remuneración de cero a 60%» — Estos son los empleados que recibieron las puntuaciones más bajas y, en consecuencia, perdieron parte de sus primas o pluses. Esta categoría de personas ya no tiene ninguna posibilidad de volver a la empresa en los próximos años.
Además de las restricciones, Microsoft también lanza nuevas herramientas para los directivos: simuladores de escenarios basados en IA para entrenar conversaciones difíciles, formación sobre diferenciación de recompensas y reglas más claras sobre lo que significa «impacto significativo» en el trabajo. La empresa promete un proceso de pago más transparente y una nueva tabla de bonificaciones para finales de mes.
Fuente: Business Insider
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