La agencia espacial NASA ha seleccionado a SpaceX para desarrollar una nave espacial que ayudará a desorbitar la Estación Espacial Internacional en 2030. El contrato está valorado en 843 millones de dólares.
La ISS se acerca al final de su vida útil. Por tanto, habrá que deshacerse de ella de forma segura al final de la década. Se propone hacerlo con la ayuda de una nave espacial, que la NASA denomina U.S. Deorbit Vehicle.
Poco se sabe actualmente de este vehículo. Sin embargo, la NASA ha aclarado que esta nave espacial será diferente de la cápsula SpaceX Dragon, que lleva carga y tripulación a la estación, y de otros vehículos que realizan servicios para la agencia. A diferencia de estos vehículos, que son construidos y operados por SpaceX, la NASA se hará cargo del vehículo de órbita estadounidense tras su desarrollo y lo operará durante su misión.
Tras descender de la órbita, tanto la ISS como el vehículo estadounidense deberán desintegrarse durante la reentrada. Uno de los grandes retos a los que se enfrenta SpaceX es garantizar que la estación vuelva a entrar en la atmósfera de forma que no ponga en peligro las zonas pobladas.
El contrato para el lanzamiento del U.S. Deorbit Vehicle se anunciará por separado.
La NASA y sus socios han estado evaluando el uso de la nave espacial rusa «Progress» para la misión de reentrada. Sin embargo, los estudios han demostrado que se necesita una nueva nave espacial para la maniobra de abandono de la órbita. La responsabilidad del abandono seguro de la estación es compartida por las cinco agencias espaciales que operan en la ISS: La NASA, la Agencia Espacial Canadiense, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial y la Corporación Espacial Estatal «Roscosmos». Aún no se sabe si el importe del contrato se repartirá entre todos los participantes.
Fuente: TechCrunch