La potente tormenta geomagnética que el viernes provocó una noche de auroras boreales en gran parte de Europa y Estados Unidos y perturbó Starlink y el GPS continuará al menos hasta el domingo. El Centro de Predicción Meteorológica Espacial del Centro Nacional de Predicción Oceánica y Atmosférica de EE.UU. señala que a partir del sábado por la mañana continúan las condiciones extremas G5 debido al aumento de la actividad solar.
«La amenaza de fuertes llamaradas adicionales y eyecciones de masa coronal se mantendrá hasta que el gran cúmulo de manchas solares desaparezca de la vista en los próximos días», dijo la agencia.
Para muchos observadores, el aumento de la actividad solar en la noche del viernes fue positivo. Amplias zonas no acostumbradas a las auroras boreales vieron luces brillantes al atravesar la atmósfera terrestre partículas cargadas de energía procedentes de la tormenta solar. Dadas las previsiones de prolongación de la actividad solar, las auroras boreales volverán a verse el sábado.
También hubo efectos perjudiciales: según la NOAA, se produjeron algunas interrupciones en la transmisión de energía, las comunicaciones por satélite y el GPS. Los usuarios de internet de Starlink han informado de velocidades de descarga más lentas. El sábado, el fundador de SpaceX, Elon Musk, declaró que los satélites de Starlink están sometidos a una gran carga, pero siguen resistiendo.
Se trata de la tormenta solar más fuerte registrada en más de dos décadas. El último evento G5 se produjo en octubre de 2003, cuando se registraron problemas eléctricos en Suecia y Sudáfrica. Los científicos afirman que si la tormenta magnética se intensifica durante los próximos uno o dos días, existe el riesgo de que se produzcan cortes de electricidad más amplios, la inoperatividad de los satélites y daños a largo plazo en las redes GPS.
Este tipo de tormentas se producen cuando el Sol expulsa una cantidad importante de su campo magnético y plasma en forma de viento solar, y las causas de estas eyecciones de masa coronal no se conocen del todo. Se espera que los datos recogidos por la Parker Solar Probe de la NASA y otras observaciones ayuden a los científicos a comprender y predecir mejor estos fenómenos.
Cuando las eyecciones de masa coronal alcanzan el campo magnético de la Tierra, lo modifican y pueden provocar corrientes importantes en las líneas eléctricas y los transformadores, provocando daños o apagones. La tormenta geomagnética más fuerte se produjo en 1859 durante el llamado evento Carrington. La aurora boreal se observó en todo el mundo, y la tormenta magnética provocó incendios en muchas estaciones telegráficas — había 125.000 millas de líneas telegráficas en el mundo en ese momento. Afortunadamente, en aquella época había relativamente pocos aparatos eléctricos en el mundo.
Fuente: Ars Technica
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