En la tumba se encontraron el cráneo de la mujer, alas de perdiz y patas de marta.
En 2019, investigadores de Turquía desenterraron el enterramiento de una mujer de unos 12.000 años de edad en el asentamiento de Çemka Höyük, en el sureste del país.
La mujer, que tenía entre 25 y 30 años en el momento de su muerte, fue enterrada bajo el suelo de un edificio hecho de arcilla. Esta costumbre de enterrar a los muertos en las casas era habitual en la época. Sin embargo, la peculiaridad de este enterramiento era la presencia de numerosos animales y un gran bloque de piedra caliza que cubría el cuerpo.
La disposición de los animales en la tumba era sumamente interesante. Un cráneo de taurus estaba colocado sobre el cuerpo de la mujer, con la mandíbula separada y colocado a sus pies. Además, los arqueólogos encontraron alas de perdiz, patas de marta y huesos dispersos de oveja o cabra.
Los investigadores sugieren que esta inusual combinación de animales en el enterramiento podría indicar el estatus especial de la mujer en la sociedad. Podría haber sido una chamana — una persona que tenía una conexión especial con los espíritus, especialmente los malévolos. En muchas culturas, los chamanes eran considerados intermediarios entre el mundo de los humanos y el de los animales, capaces de comunicarse con los espíritus que viven en los animales.
El hallazgo de Çemka Göyük es único en los primeros asentamientos neolíticos de la Alta Mesopotamia. Es el único ejemplo conocido de un enterramiento que demuestra una relación tan estrecha entre los humanos y diversos animales. El descubrimiento permite a los arqueólogos reinterpretar las prácticas espirituales y la estructura social de las comunidades neolíticas de esta región.
El estudio se publica en la revista L’Anthropologie.
Fuente: Interestingengineering
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