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Una máquina de movimiento casi perpetuo: un físico obtiene corriente eléctrica de la rotación de la Tierra

Publicado por Oleksandr Fedotkin

El físico Christopher Chaiba y sus colegas del laboratorio de la Universidad de Princeton han creado un cilindro, capaz de generar electricidad de la rotación de la Tierra y del campo magnético.

Humanidad aprendió a generar energía del sol, el agua y el viento, pero generar electricidad directamente a partir de la rotación del planeta seguía pareciendo imposible. A Christopher Chaiba se le ocurrió la idea de tal experimento hace unos 10 años, basándose en los resultados de una investigación sobre el calentamiento de satélites lejanos que entran en los campos magnéticos de los planetas alrededor de los cuales orbitan.

En teoría, cuando la Tierra gira debido a su propio campo magnético, cualquier material conductor de electricidad de su superficie debería sentir la fuerza que mueve los electrones, creando una corriente eléctrica. Sin embargo, esto no suele ocurrir, ya que los electrones cambian rápidamente de posición y crean un campo eléctrico opuesto que neutraliza cualquier carga eléctrica antes de que pueda ser captada.

El destacado físico británico Michael Faraday realizó intentos similares sin éxito desde 1832. Sus experimentos demostraron que esto era imposible. Sin embargo, Chaiba, junto con su colega Kevin Hand, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, afirman que los experimentos de Faraday se basaban en suposiciones que podrían no haber sido ciertas en algunas circunstancias específicas. Los científicos afirman que si el dispositivo se hubiera construido con los materiales adecuados y se le hubiera dado la forma correcta, se podrían haber sorteado las limitaciones.

El campo magnético de la Tierra se forma por la agitación del hierro fundido en el núcleo del planeta y no es homogéneo, sino que tiene componentes simétricos y asimétricos. Al girar la Tierra, la parte simétrica se nivela con el eje de rotación y puede permanecer estable, creando una fuente de energía potencial.

Para generar una corriente eléctrica, los científicos crearon un pequeño cilindro hueco de ferrita de manganeso y zinc, que tiene una conductividad débil y apantalla el campo magnético. Esto impide que los electrones se reorganicen.

Physical Review Research

Los científicos colocaron el cilindro en un ángulo de 57 grados, perpendicular al campo magnético de la Tierra y a su movimiento de rotación. Se fijaron electrodos a cada extremo del cilindro para medir una pequeña tensión continua de unos 18 microvoltios. Si se giraba el dispositivo 90 grados, la tensión desaparecía, pero si se le daba la vuelta, cambiaba. Las pruebas de control con cilindros sólidos no produjeron ninguna tensión. Para garantizar la precisión de los resultados, el dispositivo se protegió cuidadosamente de interferencias externas como fluctuaciones de temperatura y ruido electromagnético de fondo.

Mientras tanto, Chaiba y sus colegas admiten su escepticismo sobre los resultados. Sin embargo, los científicos afirman que, desde el punto de vista de la física, todo se hizo correctamente. Aunque minúscula, la corriente eléctrica está efectivamente generada por el campo magnético y la rotación de la Tierra.

La corriente generada es proporcional al tamaño del dispositivo y a la fuerza relativamente débil del campo magnético terrestre. Para generar más electricidad se necesita un dispositivo mucho mayor fabricado con materiales de mejor conductividad eléctrica. Según los científicos, las futuras versiones de estos dispositivos podrían hacerse pequeñas y conectarse en serie para amplificar la tensión, o colocarse en órbita donde el campo magnético de la Tierra sea más fuerte.

Otros físicos se mostraron escépticos ante el experimento de Chaiba y su equipo. Según Yong Zhu, especialista en microelectrónica de la Universidad Griffith de Australia, hay demasiados factores que pueden afectar a la generación de 18 microvoltios. Entre ellos, las fluctuaciones de temperatura y las corrientes latentes.

Rinke Weyngaarden, antiguo científico de la Universidad Libre de Ámsterdam, ha intentado realizar un experimento similar varias veces sin éxito. Está convencido de que la teoría de Chaiba y su equipo es errónea.

«Los voltajes observados son tan pequeños que hay muchas posibles causas espurias», — explica Weyngaarden.

Por su parte, Chaiba señaló que la próxima etapa consistirá en verificar los resultados con la participación de un equipo de investigación independiente.

Los resultados se publicaron en la revista Physical Review Research

Fuente: ZMEScience