El sacerdote, comentarista político de extrema derecha y ex periodista de partidos Calvin Robinson imitó el saludo nazi durante un discurso contra el aborto el 25 de enero, en referencia directa al infame «gesto» de Elon Musk tras la toma de posesión de Donald Trump.
My heart goes out to you.
Make America Pro-Life Again. 🇺🇸🫡 pic.twitter.com/5bG8Gyy5fH
— Calvin Robinson (@calvinrobinson) January 29, 2025
Robinson declaró posteriormente que se trataba de una «broma» y que en realidad «no era un nazi», pero la Iglesia católica anglicana reaccionó inmediatamente — y lo desheredó.
«Aunque no sabemos lo que había en el corazón del señor Robinson en ese momento, suponemos que sus acciones fueron un intento de ganarse la aprobación de ciertos elementos de la derecha política estadounidense y provocar su oposición», dijo la iglesia. «Sin embargo, quienes imitan el saludo nazi, aunque sea como broma o intento de trollear a sus oponentes, disminuyen el horror del Holocausto».
Robinson, además de sus actividades políticas y religiosas, también era propietario de la web de videojuegos God is a Geek y fue su editor ejecutivo entre 2009 y 2016. Su último artículo se publicó en 2019 y estuvo dedicado a Star Wars Jedi: Fallen Order. También ha contribuido con contenido al canal de YouTube de Disney Yogscast, Bros with Fros, y ha sido jurado en los Games Media Awards, los MCV Awards y los eSports Industry Awards.
En los últimos años, el equipo editorial de God is a Geek «trabajaba independientemente de Robinson», pero él seguía siendo su propietario. Tras el gesto nazi de Calvin «, todos los editores dimitieron, y uno de los autores anunció la creación de una nueva publicación.
«No apoyamos, respaldamos ni aprobamos las políticas o acciones de Calvin Robinson», dijeron los editores.
Elon Musk, el hombre más rico del mundo, que hizo un gesto similar en la toma de posesión de Trump, parece no haber sufrido consecuencias negativas por sus actos (salvo la masiva cobertura mediática y en redes sociales).
Sigue siendo asesor de Trump y supervisa el trabajo de la Oficina de Gestión y Presupuesto en la administración del nuevo presidente.
«La broma del final fue una burla a los «liberales» histéricos que llamaron nazi a Elon Musk por mostrar claramente a su audiencia que estaba con ellos de corazón», escribió Robinson, tras publicar un vídeo de su discurso en X. «El contexto es clave, pero a veces la gente lo ignora para confirmar sus propios prejuicios».
Fuente: PC Gamer
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