Actualmente, el valor de Nvidia supera los 3 billones de dólares.
Según informa New York Times en 2005, el ex consejero delegado de Intel Paul Otellini propuso al consejo comprar Nvidia por 20.000 millones de dólares — la operación podría haber sido la más cara de la historia de Intel, pero el consejo tenía dudas sobre la integración de la empresa y la posible pérdida de dinero.
Finalmente, Otellini se echó atrás y el consejo utilizó los fondos para apoyar un proyecto gráfico interno llamado Larabee, que dirigía Pat Gelsinger (actual jefe de Intel). El proyecto utilizaba la tecnología x86 de Intel, y la GPU era una especie de híbrido de CPU y GPU — finalmente se abandonó, aunque retomaron la idea con los proyectos Xe y Arc.
En 2016 y 2019, Intel adquirió Nervana Systems y Movidius y Habana Labs, respectivamente, para centrarse en la inteligencia artificial — pero ninguna de ellas pudo hacer frente a la posición actual de Nvidia. En la actualidad, la compañía, que dirige Jensen Huang líder del mercado con una capitalización de más de 3 billones de dólares. Intel tiene el chip Gaudi 3 AI, que se posiciona como una alternativa más barata a las ofertas de Nvidia, pero parece que Intel llega irremediablemente tarde al barco de la IA.
Sin embargo, esta no es la única vez que Intel ha perdido una oportunidad en IA: en 2017 y 2018, la compañía tuvo la oportunidad de adquirir una participación en la entonces pequeña OpenAI, pero el entonces CEO Bob Swan rechazó el trato, sugiriendo que los modelos de IA estaban lejos de llegar a un público amplio.
Ahora, la situación ha girado para Intel de tal manera que la propia empresa puede convertirse en un objetivo de adquisición (al menos, hay rumores de una adquisición por Qualcomm).
La empresa atraviesa una de las mayores crisis de sus 50 años de historia, lo que le ha obligado a anunciar el despido de miles de empleados y a suspender el pago de dividendos como parte de las medidas de ahorro. En septiembre, Intel anunció que planea escindir la producción de chips y departamentos de diseño, así como suspender la construcción de algunas plantas.
A modo de comparación, en 2020 el valor de mercado de Intel alcanzó los 290.000 millones de dólares, y este año las acciones de la empresa cayeron un catastrófico 60 %.