
Ingenieros de la Universidad de Princeton (EE.UU.) han creado un material inusual, El robot puede moverse independientemente, cambiar de forma y responder a órdenes en forma de señales electromagnéticas.
«Puede transformar material en un robot y puede ser controlado por un campo magnético externo», — explica profesor de ingeniería Glaucio Paulino.
El material se creó a partir de una mezcla de plásticos y compuestos magnéticos especialmente desarrollados. Utilizando un campo magnético, los científicos cambiaron estructura material. Puede expandirse, cambiar de forma, moverse y doblarse en cualquier dirección.
«Los campos electromagnéticos transportan energía y señal al mismo tiempo. Cada comportamiento es muy sencillo, pero cuando se combinan, el comportamiento puede llegar a ser muy complejo. Esta investigación ha ampliado los límites de la electrónica de potencia al demostrar que el par motor puede transmitirse a distancia de forma remota, instantánea y precisa para desencadenar movimientos robóticos complejos», — afirma el autor principal del estudio, Profesor asociado del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática y del Centro de Energía y Medio Ambiente, Minji Chen.
Este material es un agregado modular de un gran número de células elementales capaces de cambiar su propia forma, que son imágenes especulares entre sí. Esta imagen especular, denominada estructura quiral, permite que el material se comporte de forma compleja.
Uno de los principales autores del estudio Tuo Zhao, utilizó un dispositivo de litografía láser de la Universidad de Princeton para crear un prototipo de metabot de 100 micras de altura. Según los investigadores, estos robots podrán algún día suministrar fármacos al cuerpo humano e incluso ayudar a los cirujanos a reparar huesos y tejidos dañados.
Los investigadores también metamaterial utilizado para crear un termostato que funciona alternando entre una superficie negra que absorbe la luz y otra que la refleja. Los científicos expusieron el metamaterial a la luz solar brillante y pudieron ajustar la temperatura de la superficie de 27 °C a 70 °C y viceversa. Este material también puede utilizarse en antenas, lentes y dispositivos que funcionen con longitudes de onda de luz solar.
Los científicos han creado tubos de plástico con soportes que los sostienen. Estos soportes están colocados de tal forma que permiten que los tubos se colapsen cuando se comprimen y se compriman cuando se retuercen. Los desarrolladores combinaron dos tubos espejados en la base para formar un cilindro alargado. Como resultado, un extremo del cilindro se dobla cuando se retuerce en una dirección y el otro extremo se dobla cuando se retuerce en la dirección opuesta.
Esta sencilla estructura de tubos repetitivos permite mover cada sección de forma independiente mediante campos magnéticos diseñados con precisión. El campo magnético hace que los tubos se retuerzan, encojan o desplieguen, creando comportamientos complejos.
Los resultados del estudio se publican en la revista Nature
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