TUM
Investigadores del Instituto de Tecnología de Múnich (TUM), en Alemania, han creado un pequeño chip ordenador con IA capaz de realizar cálculos en tiempo real, similares a los del cerebro humano, sin necesidad de conexión a Internet ni servicios en la nube.
El chip, denominado AI Pro, combina unidades de memoria y procesamiento de información en una arquitectura neuromórfica compacta que imita los procesos de detección de patrones y toma de decisiones, similares a los del cerebro humano. El dispositivo ha sido desarrollado por el profesor Departamento de Diseño de Procesadores de Inteligencia Artificial de la TUM Hussam Amrouch.
El tamaño del chip no supera 1 mm. El dispositivo simula el proceso de procesamiento de la información por el cerebro humano, lo que permite a la inteligencia artificial aprender y trabajar de forma completamente autónoma. Al mismo tiempo, el chip consume al menos 10 veces menos energía que chips similares con inteligencia artificial.
El prototipo AI Pro fue creado por el fabricante de semiconductores Global Foundries, con sede en Dresde, y contiene 10 millones de transistores. Aunque esto es mucho menos que la gama alta, de alto rendimiento procesadores NVIDIA con hasta 200.000 millones de transistores, AI Pro ofrece confidencialidad total de los datos, alta eficiencia energética y una potente IA.
Según Amrouch, el chip se basa en el concepto de computación hiperespacial. La IA aprende identificando similitudes y patrones en lugar de procesar grandes cantidades de datos. Por ejemplo, en lugar de procesar un gran número de imágenes de coches, la IA entiende el término basándose en características clave del coche, como el número concreto de ruedas, el uso para carretera y otras características inherentes a este tipo de transporte.
Durante la prueba, AI Pro sólo consumió 24 microjulios, mientras que los chips de la competencia consumían entre 10 y 100 veces más. Según los científicos, el chip que han desarrollado está diseñado para aplicaciones específicas. Puede utilizarse con éxito en dispositivos médicos, robótica y sistemas de navegación autónoma.
«Esto los hace muy eficaces. Un smartwatch equipado con el chip puede procesar datos sensibles sobre la frecuencia cardiaca o los niveles de oxígeno en sangre en el acto, eliminando la necesidad de transmitir datos a servidores externos», — afirma Hussam Amrouch.
Actualmente, el prototipo tiene un precio estimado de 33.700 dólares, pero el dispositivo aún está lejos de su uso comercial. El objetivo de los científicos alemanes es crear un nuevo tipo de chip con inteligencia artificial para realizar tareas específicas con la máxima eficiencia energética y seguridad.
Fuente: TUM; InterestingEngineering