Recientemente, el presidente chino y el primer ministro holandés, Mark Rutte, se reunieron en Pekín para hablar de la industria de los semiconductores. Las relaciones entre ambos países se han deteriorado después de que Holanda, junto con Estados Unidos, bloqueara la exportación de tecnología avanzada de chips a China por temor a que pudiera utilizarse con fines militares.
«El pueblo chino también tiene derechos legítimos al desarrollo, y ninguna fuerza puede detener el ritmo del progreso científico y tecnológico de China,» dijo Xi a Mark Rutte durante su reunión en Pekín.
Añadió que China «seguirá persiguiendo un enfoque en el que todas las partes» salgan ganando.
Las restricciones impuestas a China incluyen la prohibición de exportar máquinas de litografía ultravioleta extrema — El gigante tecnológico holandés ASML es actualmente la única empresa del mundo que las produce. Esta tecnología es crucial para la fabricación de chips y la utilizan empresas como la taiwanesa TSMC para crear los chips más pequeños y complejos (hasta la fecha, no se ha enviado a China ninguna máquina de ASML de este tipo).
Pekín ha criticado la decisión del Gobierno holandés, al que ha pedido que «mantenga una posición objetiva y justa y los principios del mercado» y «proteja los intereses comunes» de los dos países y sus empresas.
«La creación de barreras científicas y tecnológicas y la ruptura de las cadenas industriales y de suministro sólo conducirán a la división y el enfrentamiento,» dijo Xi el miércoles, según los medios estatales (vía CNBC).
Xi dijo que China está dispuesta a continuar el diálogo con Holanda y pidió a la parte holandesa que «garantice un entorno empresarial justo y transparente para las empresas chinas».
Según informa Reuters Rutte dijo el miércoles que los Países Bajos han tratado de garantizar que las restricciones a la exportación de la industria de semiconductores y empresas como ASML nunca se dirijan a un solo país.
«Siempre intentamos que el impacto sea limitado», — se le cita.
Los medios estatales chinos informaron de que Rutte dijo a Xi que la secesión «no es una opción política para el gobierno holandés, ya que cualquier acción que socave los intereses de desarrollo de China es sólo un boomerang».