Según los responsables de Netflix, la pelea de Mike Tyson con Jake Paul se convirtió en un acontecimiento deportivo «con la mayor audiencia de la historia», pero esta afluencia de espectadores también afectó a la calidad de la emisión.
El servicio de streaming se enfrenta actualmente a una demanda colectiva presentada en nombre de un hombre llamado Robert Denton — en ella se afirma que la «legendaria pelea estuvo plagada de problemas legendarios», sobre todo en lo que respecta al buffering de vídeo y los errores de acceso. Denton, como escribe wccftech también acusa a Netflix de incumplir el contrato y exige una indemnización por daños y perjuicios.
La CTO de Netflix, Elizabeth Stone, confirmó previamente en una entrevista que hubo varios problemas técnicos durante la emisión, que el equipo resolvió brillantemente:
«Esta escala sin precedentes creó muchos desafíos técnicos, que el equipo de lanzamiento manejó brillantemente. Seguro que muchos de ustedes han visto las declaraciones en la prensa y en las redes sociales sobre los problemas de calidad. No queremos negar la mala experiencia de algunos espectadores y sabemos que tenemos margen de mejora, pero seguimos considerando este evento un gran éxito».
Como se mencionó anteriormente, la pelea de Jake Paul contra Mike Tyson tuvo más de 65 millones de emisiones simultáneas (38 millones solo en Estados Unidos) y una audiencia media por minuto de 108 millones de telespectadores.
Según, Downdetector que realiza un seguimiento en tiempo real de las interrupciones, al menos 98.000 personas informaron de problemas con Netflix durante el combate. Según los informes, la plataforma se bloqueó incluso antes de que empezara el combate, y se recibieron quejas por la mala calidad del sonido y el vídeo.