A partir de 2025, Wimbledon prescindirá de los jueces de línea en favor de la tecnología moderna, un cambio que dará un vuelco a los casi 150 años de historia del torneo.
Como señala The Guardian El sistema que se utilizará en lugar de los árbitros se llama ELC y se basa en la inteligencia artificial — se probó con éxito en el torneo de este año, mientras que el año que viene la IA estará plenamente operativa. Los organizadores señalan que nada cambiará para los tenistas: las reglas y condiciones siguen siendo las mismas.
Wimbledon dio el primer paso hacia el uso de la tecnología en lugar de árbitros de línea hace 17 años, cuando introdujo el sistema Hawk-Eye. Más tarde, funcionó junto al árbitro, y los jugadores pudieron ver además el resultado.
Desde el año pasado, el ELC se ha generalizado y el mundo del tenis ya ha reconocido que el sistema toma decisiones más rápidas y precisas. El Abierto de Australia fue el primer Grand Slam que se celebró sin árbitros de línea en todas las pistas, mientras que el Abierto de Estados Unidos decidió trasladar los árbitros de línea en 2022.
El anuncio de Wimbledon convierte al Abierto de Francia en el único Grand Slam que sigue confiando en los jueces de línea.
Wimbledon suele emplear a 300 árbitros que participan en más de 600 partidos en un periodo de dos semanas. BBC señala que los mejores jueces de línea podían ganar hasta 200 libras al día (más gastos) y eran cuidadosamente seleccionados en competiciones de menor nivel. Los jueces principales siguen existiendo, pero es probable que sientan cierta ansiedad por su futuro.
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