Xiaomi se prepara para lanzar su primer chipset en más de 5 años. Las filtraciones sugieren que este nuevo procesador, desarrollado con la ayuda de TSMC, se basará en la avanzada tecnología de 4nm.
Según informes recientes procedentes de China, el nuevo chipset de Xiaomi se utilizará para los dispositivos móviles insignia de la compañía. Se basa en la tecnología N4P de 4 nm de TSMC. Este avanzado proceso permite colocar más transistores en el chipset, lo que se traduce en un mayor rendimiento y una mejor eficiencia. El nuevo procesador de Xiaomi se posiciona como un fuerte competidor del Snapdragon 8 Gen 1 de Qualcomm, un chipset muy popular en los smartphones insignia desde su lanzamiento en 2021.
Las especificaciones detalladas del procesador aún están en secreto. Sin embargo, las filtraciones indican que Xiaomi se ha asociado con Unisoc para desarrollar algunos de los componentes del chipset. Unisoc es responsable del módem 5G. Además, parece que Xiaomi y Unisoc están trabajando juntos en un chipset 4G diseñado para smartphones de gama básica.
No es la primera vez que Xiaomi desarrolla su propio chipset. Ya en 2017, la compañía lanzó el Surge S1, un procesador de gama media que impulsa el Xiaomi Mi 5c. Sin embargo, tras el primer lanzamiento, Xiaomi no siguió desarrollando chips. En su lugar, la empresa decidió cooperar con fabricantes de chips muy conocidos, como Qualcomm y MediaTek. Esta decisión se debió probablemente a las dificultades y los elevados costes de desarrollar procesadores competitivos internamente.
Ahora Xiaomi vuelve al mercado de los chipsets. Este movimiento demuestra que la empresa ha adquirido una valiosa experiencia y confianza en su capacidad para crear chips de alto rendimiento. Este cambio está en línea con una tendencia en la que los principales fabricantes de smartphones, como Apple, Samsung y Huawei, están desarrollando sus propios procesadores para diferenciarse de la competencia y mejorar el rendimiento de sus dispositivos.
Desarrollar su propio chipset ofrece varias ventajas estratégicas a Xiaomi. En primer lugar, reduce la dependencia de la empresa de proveedores externos como Qualcomm y MediaTek. Esto da a Xiaomi más control sobre su cadena de suministro y le permite adaptar sus procesadores para que se adapten mejor a sus propios dispositivos. Como resultado, Xiaomi puede lograr una mejor integración de hardware y software, lo que se traduce en una mejor experiencia de usuario. En segundo lugar, fabricar sus propios procesadores podría ayudar a Xiaomi a reducir costes a largo plazo. Esto le permitirá ofrecer precios competitivos para sus dispositivos.
Se espera que el nuevo procesador móvil de Xiaomi se presente en la primera mitad de 2025. Aún se desconoce qué modelos de Xiaomi estarán equipados con el nuevo chipset propio.
Fuente: gizchina
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