Мартін Скорсезе / Depositphotos
El legendario director estadounidense Martin Scorsese, entre otros conocido por películas como «Taxi Driver» y «Goodfellas», ha anunciado que ha terminado con los cines — pero no te preocupes, sólo como espectador
Resulta que al director le molesta mucho el público del cine contemporáneo, lo que reveló recientemente en una entrevista con su amigo y crítico de cine Peters Travers.
«Le pregunté al maestro por qué ya no ve películas en los cines», — escribe Travers en su blog (vía World of Reel). «Y mencionó irritado al público, que hablaba por teléfono, iba a comprar bocadillos durante la proyección o hacía ruido, ahogando las voces de los actores».
Travers respondió a esta afirmación diciendo que ellos mismos habían hablado durante las proyecciones cuando eran jóvenes, mientras que Scorsese señaló con razón:
«Puede ser, pero cuando hablábamos, siempre era de la película y de lo bien que lo pasábamos discutiendo estos detalles».
Pues bien, Scorsese puede permitirse el lujo de negarse a ver películas en salas convencionales, ya que hace tiempo que construyó salas de cine personales en su casa y apartamento, que, como señaló en entrevistas anteriores, le permiten seleccionar y ver películas con la mejor calidad posible. Probablemente gracias a este sistema, el director ha visto y elogiado las siguientes películas películas recientes como «Tharl», «Pearl», «Nosferatu» y «Vi la luz del televisor».
Anteriormente, Scorsese, de 81 años, dijo que no tiene planes de jubilarse en un futuro próximo y tiene la intención de hacer al menos dos películas más, a pesar de que el último proyecto del director llamado «Flower Full Moon Killers» obtuvo una taquilla más bien modesta — 158 millones de dólares en todo el mundo frente a un presupuesto de 200 millones (aunque hay que tener en cuenta que se trata de una creación de Apple y que las proyecciones continuaron en el servicio de streaming de la propia compañía). Por cierto, en este último caso, el director tiene otro motivo para estar descontento con los cines — en el momento del estreno, algunos de ellos tomaban intermedios no autorizados porque el público no podía sentarse en un lugar durante 3,5 horas de cronometraje